Sólo quedan días para el estreno “Las Demás”, opera prima de la directora chilena Alexandra Hyland, que retrata desde la comedia romántica la amistad entre mujeres y la ilegalización del aborto.

Hace un año que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, logrando una buena recepción de la audiencia y crítica. En esta historia, podemos ver a dos mujeres totalmente imperfectas que deciden desde su trinchera, obtener un derecho reproductivo ausente en nuestro país.

En exclusiva, conversamos con Alexandra sobre la película, su relato, la política chilena e interpretaciones sobre la brecha de género en el cine nacional.

La cinta está a días de estrenarse en Chile. ¿Cómo están los ánimos como equipos? y tras casi un año de su estreno, ¿qué les ha parecido las reacciones del público y la crítica hasta ahora?

Estoy nerviosa y muy emocionada. Es un proceso súper largo, llevo mucho tiempo dando todo con esta película. Tengo muchas ganas de mostrarla al público chileno y el equipo está feliz. Las actrices principales viven en Europa y viajan a Chile para presentar la cinta.

Sobre la recepción de la película, hemos estado en un montón de festivales y ha sido super buena en el extranjero. Estamos llegando recién a Chile, y yo he pensado que es una peli local, bien latinoamericana, pero que tiene temáticas que son bien universales que han logrado llegar a otras partes del mundo como el tema de la amistad. 

Incluso a veces se te acerca gente que no pensaste que iba a enganchar y que les encanta la película como personas de distintas edades. Ha sido lindo y sorprendente.

¿Cómo nace el proyecto? ¿Cuál es tu propia perspectiva sobre el aborto y cómo influyó en la dirección de la película?

Soy muy fan de las películas y cuando salí de la universidad, sentía que me faltaran películas de chicas que contaran punto de vistas más femeninos y que fuesen más desenfadados, que esta clásica mirada que tienen las películas sobre las mujeres como algo delicado, esta flor misteriosa que no podemos entender, entonces tenía ganas de contar eso.

Tuve amigas que se vieron obligadas a abortar, sí, también tuve amigas que se encontraron en la situación de comprarse un test. Y claro, mi postura frente al aborto, insisto, no es que una sea pro aborto, una es pro derechos sexuales reproductivos. Para mí, el aborto es un procedimiento de salud pública y estamos atrasadísimas por culpa del conservadurismo y por la brecha de género.

Siento que hay que pelearla, pelearla, pelearla. Cuando explico en el extranjero la ley de las 3 causales, dentro de estas tres, hay dos que se hacen en cualquier parte del mundo y en Chile no sucedía. O sea, sucede, sabemos que hay doctores con un poquito más de apertura y lo hacían a escondidas, y también sabemos de los famosos casos de apendicitis.

Estoy angustiadísima con todo lo que está sucediendo actualmente con las leyes de educación sexual integral. En Estados Unidos el nivel a censura de libros porque habla de sexo es una locura. No sé quién les dijo o les metió en la cabeza que el reprimir ese contenido se evitaría el tema.

No va por no hablar del tema.

El film nos muestra como protagonistas a dos amigas auténticas y no convencionales a la norma ¿Cómo fue el proceso de creación de guion y de personajes?

Están basadas muy en mí y en mis amigas (se ríe). Este tipo de historias nos pasa a todas y siento que cuando hablaba sobre el proyecto, personas me decían “a mí me pasó esto”, “acabo de acompañar a mi hermana en un proceso de aborto”, y también sobre la vida, enfrentarse a conseguir dinero.

El guion lo terminé de armar con las protagonistas. Siempre digo que el personaje de Rafaela es más tímida, más resguardado, y Nicole no es así, es fuertísima. Entonces fuimos ajustando eso y también hablamos sobre trabajos de mierda que tuvimos que hacer. Insisto que la película es una forma adorable de las cosas pero que las verdades son mucho más fuertes.

Fue interesante armar este guion y la puesta en escena con más de un punto de vista. Lo más lindo de la peli es que no estás sola frente a este mundo hostil y que con tus amigas se crea un muro de resistencia.

También me encontré en el equipo con mujeres que también se sentían así, como las no protagonistas de nada, equívocas, con problemas, pero con ganas y que estaban “las demás”, en verdad éramos varias. Es precioso el encontrarnos y reconocernos.

¿De qué forma la historia muestra un cuestionamiento a los roles de género?

De partida yo creo que no porque una sea mujer tiene la manera correcta de hablar sobre mujeres, pero si hay una mirada femenina que es distinta. Es mostrarlas en otras situaciones, de repente he recibido la crítica de que ellas están carreteando todo el rato, eso si me parece algo anti sistema. Sí, están carreteando todo el rato, son personas que cometen errores, no son perfectas. No todo es lineal.

Quería mostrar personajes libres, desastrosos, y entender la locura del drama de estar embarazada.

En Chile el aborto es un tema bastante controversial debido a la ausencia de derechos reproductivos ¿Crees que el cine puede contribuir a impulsar un debate sobre el tema? 

Ese es mi sueño la verdad. Tengo un perrito y no se si conoces el mundo de pasear perritos entonces conoces a los demás perritos del barrio y a sus dueños, y hay un cabro joven que me dice: “tú deberías ir con las expectativas más altas”, y yo pensando qué clase de mensaje ese ese, por supuesto que iré con las expectativas más bajas, pero ahora sabes que no ¡quiero propiciar una ley! (entre risas)

Hay casos de películas chilenas que impulsaron proyectos de ley. La primera es “Los Niños” de Maite Alberdi que generó un proyecto de ley para personas con Síndrome de Down, y la otra es “Mujer Fantástica”, apresuró la ley de cambio de nombre.

Si podemos hacer ruido entonces que ganas de reactivar el debate.

Respecto al cine chileno ¿Qué piensas sobre el trabajo de cineastas chilenas?

En 2023 hubo una cantidad de estrenos espectaculares. Siento que de verdad se ven los años dando cara en el fondo. Hay realizadoras que yo admiro un montón como Alicia Scherson, y el documental chileno o sea precioso, para qué hablar de la carrera espectacular de Maite Alberdi. Son realizadoras que lo han dado todo y han permitido y abierto el paso para que nosotras estemos acá.

Hay un documental de Tana Gillbert “Mal queridas” que ha sido muy galardonado este año y que habla sobre la maternidad en la cárcel.

Por ese lado, existe mucho profesionalismo, pero la brecha de genero sigue siendo gigante y absurda, no solo la de entrada, sino que ser mujer en la industria y que te pesquen. Sigue habiendo toxicidad en espacios laborales y una sigue aun explicando que sabe hacer la pega, o estar debatiendo por tomar una decisión.

Es cuesta arriba, hay que abrirse a codazos. Hay gente del cine que dice “las mujeres ahora están en todos lados”, y pienso: ahora repítelo más lento.

Cuando voy a festivales de las 10 películas que se presentan son solo 2 de directoras. Sigue una brecha gigante, a festival que voy reviso. Si antes éramos un 1%, ahora somo el 10 o alcanzamos el 20, pero sigue siendo gigante.

¿Estás trabajando en más proyectos? ¿Te gustaría seguir retratando problemáticas sociales en el cine? 

Sí, por supuesto siento que el cine es una ventana, es importante hablar de temas políticos. Para mí es algo relevante, o sea que ganas igual de hacer una película banal pero inevitablemente una se acerca a esas temáticas. En España nos preguntaron por qué era nuestro rol político, y es por el territorio que te tocó nacer, por la vida que te tocó llevar, no es algo que se decide.

Sí, estoy trabajando en proyectos, pero es lento. Claro que quiero seguir abordando temáticas y creo que la comedia es una manera “buena onda” de contar cosas duras. Con ganas de continuar en esta ventana que es el cine, aunque sea un nicho, es un lugar al que llega harta gente para seguir hablando de temáticas complejas y retratarlas con amor y ternura que es lo que falta.