La conocida actriz Ignacia Allamand estuvo presente en el último episodio de “Podemos Hablar” en donde habló de distintos aspectos de su vida personal y laboral.
En ese contexto, cuando el animador del espacio Julian Elfenbein preguntó a los invitados entre los cuales se encontraba la modelo Lucila Vit, la abogada Carmen Gloria Arroyo, el periodista Felipe Bianchi, el preparador físico y ex Yingo Camilo Huerta y la periodista Beatriz Sánchez, por los que han sufrido un accidente que ha cambiado su vida.
La ex participante de MasterChef Celebrity se puso de pie y habló sobre el accidente de su hermano Juan Andrés cuando tenía solo dos años y cayó a una piscina.
“Me acuerdo de ese día, yo lo vi en la piscina, entonces para mí es como un accidente de alguna manera yo también viví y que a toda mi familia la marcó para siempre”, comienza explicando Ignacia.
“Me generó un pánico respecto a los niños y las piscinas, que hasta el día de hoy me cuesta mucho cuando voy a un lugar y las piscinas no tienen rejas o los papás de repente están, no sé, en un lugar y el niño está jugando solo (…) fue todo una situación muy traumática”, indicó.
“Vivió 15 años, entonces es una evolución de una enfermedad que obviamente, te modifica tu manera de ver el mundo, sobre todo cuando te das cuenta de que la vida es tan frágil(..) pensai que todo es para siempre y derepente te das cuenta que la vida es muy frágil a una edad tan temprana”.
Juan Andrés Allamand falleció el año 2003 “pasa algo muy loco, cuando se te muere un niños con estas características. Por un lado, se te rompe el corazón en mil pedazos y, por otro lado, es un alivio tan grande saber que esa persona no va a tener que seguir viviendo atrapado en ese cuerpo que no le responde, en una vida que no le puede sacar el jugo, en donde es profundamente infeliz”.
“Es una mezcla muy rara entre soltar y decir ‘ya lo hiciste todo’ y por otro lado la pena en que no va estar. Aparte que es una persona 100% buena. Los niños discapacitados no tienen nada de maldad, son 100% luminosos, puros. Lo puedes ver en sus ojos, su sonrisa, agradecen todo. Es como que se te escapa una lucecita a la que te quieres aferrar”, concluyó señalando.