Columna de opinión de Daniel Fuenzalida

Tras la tempestad viene la calma. Y bien lo sabe Eduardo Fuentes. Después de pasar semanas en la cuerda floja en La Red -sin recibir sueldo y con imposiciones impagas- hoy luce los colores de TVN y está listo para entrar a la cancha con camiseta de titular.
Algo me recuerda a Arturo Vidal el arribo de Fuentes al canal estatal. Ambos no reniegan de sus orígenes, son talentosos hasta decir basta, audaces y capaces de jugar en cualquier posición de la cancha.
Si bien uno firmó por varios millones más en el fútbol brasileño, el gran capital de Eduardo Fuentes no está en la factura que hará a fin de mes. Su vale en caja es llegar a una estación que carece de rostros masculinos. Un ambidiestro de las comunicaciones que puede hacer entretención e información al mismo tiempo.
Es por eso que hoy en TVN se habla de la gran contratación, el hombre que llegará a remecer el trasnoche, tal como lo hizo en Mentiras Verdaderas.
Según se dice en la industria, Fuentes conducirá un late que competirá con “Con Respeto” (CHV) y “Te lo cedo”, el nuevo franjeado que prepara Mega con la conducción de Rodrigo Sepúlveda.
En esas aguas, Fuentes se maneja con soltura. Como un navegante en alta mar es capaz de llevar el timón de la conversación en perfecta concordancia con la agudeza periodística, el humor pícaro, la reflexión contingente, etc. Son las teclas de un piano que sabe tocar y lo ha demostrado.
Llegando el verano del 2023, Fuentes tiene la misión de conducir el Festival del Huaso de Olmué. Y lo planteo como un hecho porque TVN no se farreará la posibilidad de lucir una dupla con Karen Doggenweiler.

La opinión de Daniel Fuenzalida. (AGENCIA UNO)

En este contexto, surge la duda en torno a Mauricio Pinilla. Cierto sector de la prensa apostó sus fichas por el exariete de la U, pero a poco andar, como un globo cumpleañero, se desinfló y todo apunta que la banca es su próximo destino.
Y, ¿qué me dicen de perpetuar la complicidad con Karen y seguir en el matinal que viene en marzo del próximo año?
No tengo que ser vidente ni venir de Chimbarongo para ver que un espacio mañanero con Fuentes y Doggenweiler sería un placer para el televidente. El juego cómplice y coquetón de la rubia periodista junto al comunicador de origen humilde que rompió los esquemas y hoy pertenece a la elite de los rostros chilenos.