En medio de la entrevista que protagonizó en “De Tú a Tú”, con Martín Cárcamo, Marcelo Chino Ríos contó que sufrió una vasoconstricción cerebral que lo envió a un periodo de estadía en el hospital. esto en un diálogo que derivó hacia las experiencias que tuvo con las drogas y la confesión de la adicción que tiene al Ravotril.

Según explicó el ex tenista, un día se despertó con dolor de cabeza y los ojos rojos, síntomas por los que lo internaron y descubrieron que tenía cinco arterias bloqueadas. Si bien le hicieron un examen de cocaína, este salió limpio.

Una vez que le lograron desbloquear las arterias, le preguntan cuánto alcohol consumía. El asunto es que ya no bebía todos los días, pero cuando lo hacía era una botella y media, por lo que le recomendaron tomar una copa de vino. “Para eso, no tomo nada. Y ahí dejé de tomar”, resolvió el ex tenista.

De acuerdo con Ríos, nunca ha probado la cocaína, pero sí confirmó que tomó éxtasis y consumió marihuana. Sobre esta última asegura que una vez fumó y en otra ocasión trató de comerse una empanada con esta como ingrediente, pero estuvo una hora masticándola y no le pasaba.

Tras el incidente de salud, también le aconsejaron dejar de trabajar tanto y ahí le dio angustia. Entonces vino su más reciente adicción: para controlar la ansiedad, le recomendaron tomar Ravotril aunque sin dosis establecida. Sólo le sugirieron que debía partir con 1,5 mg, pero poco a poco él fue subiendo la cifra.

“Me vino como una angustia y el weon me dice ‘tómate ravotril’. ‘¿Y cuántos tomo?’. ‘Los que quieras’. Te estoy hablando en serio, el doctor es conocido se cayó. Llegué a tomar 12 miligramos diarios”, explicó.

“Yo me tomaba cuatro o seis en la mañana y estaba perfecto y en la tarde caía, como que no daba más, estaba raja”.

Por lo mismo, Ríos admite que “estoy acá, con un psiquiatra que me va a sacar el Ravotril porque lo quiero dejar. Lo mío era angustia, lo que me pasó, vivir en Chile también me generaba angustia, salir, encontrarse con alguien”.

Una psicóloga ya le sugirió que se jubilara y su esposa, Paula Pavic, estuvo de acuerdo. Entonces, se encaminaron a vivir a Estados Unidos.