No es fácil ver a Nicolás Jarry tan abierto. Pero en pleno Roland Garros, el tenista dejó la rigidez habitual para hablar con AS Chile y sincerarse como pocas veces sobre su presente.
Y si bien su caída en el ranking o las derrotas podrían parecer lo más complejo, no es eso lo que realmente lo inquieta. Lo que lo tiene más preocupado está en otra parte: su salud.
Jarry se sincera sobre lo más preocupante de su carrera
En 2023, Jarry fue diagnosticado con neuronitis vestibular, una afección poco conocida que afecta el equilibrio y, en su caso, la visión. Y aunque la dolencia no suele ser permanente, en su caso aún arrastra consecuencias.
“Lo más duro hoy es el tema de la visión. Aún no me encuentro bien”, confesó, explicando que su tiempo de reacción y coordinación -dos de sus mayores armas en la cancha- siguen sin estar al 100%.
“Antes mi reacción y coordinación eran mis pilares. Al no tener eso como fortaleza, he trabajado otras áreas”, añadió intentando ver el vaso medio lleno.
Confianza en el proceso y algo de alivio
Pese a todo, Jarry asegura que hay tranquilidad por “estar haciendo las cosas bien”. A eso se suma una sensación de mayor confianza, tanto en su juego como en el trabajo que realiza con su equipo.
Sabe que no puede controlar todo. Ya lo aprendió antes, cuando enfrentó una dura suspensión que lo dejó fuera del circuito. Ahora, el objetivo es convivir con la incertidumbre, avanzar paso a paso y esperar que, cuando la visión se alinee, todo vuelva a fluir.