Joao Fonseca, la joven promesa del tenis, tuvo que sacar fuerzas de donde no había para superar un desafío inesperado en el Miami Open.

El número 1 de Brasil y actual 60 del mundo debutó con una victoria ante Learner Tien, pero lo que pasó durante el partido hizo que su triunfo tomara una dimensión completamente distinta.

El malestar que puso en jaque a Fonseca

Todo transcurría con normalidad hasta que, en el set decisivo y con el marcador 3-2 a su favor, Fonseca pidió asistencia médica.

El joven de 18 años se sintió mareado y con náuseas, al punto de solicitar una bolsa de plástico al juez de silla, por si vomitaba.

La imagen del brasileño tambaleándose en la cancha encendió las alarmas entre los espectadores y los comentaristas, quienes se preguntaban si podría continuar.

Joao Fonseca siendo asistido por un médico en el Miami Open (Captura).

Un regreso de otro nivel

Tras recibir atención médica y algunas pastillas, Fonseca regresó a la cancha decidido a no rendirse. Con el apoyo de la multitud, que lo alentaba como si estuviera jugando en casa, el brasileño sacó energía de donde parecía no haber y terminó imponiéndose por 6-7(1), 3-6, 6-4.

“Cuando caminaba para servir, me sentía muy mal (…) iba a vomitar, pero me sentí un poco mejor después de que el médico me dio algunas pastillas”, contó Fonseca tras el partido.

Un mensaje para los fans

El público jugó un papel clave en la remontada, y el propio Fonseca lo reconoció. Al finalizar, escribió en el lente de la cámara: “¿Estoy en Brasil?”, en referencia al estruendoso apoyo que recibió en Miami.

Ahora, el desafío sigue para Fonseca, quien este sábado 22 de marzo enfrentará al francés Ugo Humbert, número 20 del mundo.