Eugenie Bouchard lo tiene claro: su amor por el tenis no se apagó, pero sí las ganas de seguir sacrificando su vida entera por un circuito que ya no le ofrecía lo que buscaba.
A los 31 años, y tras décadas marcados por lesiones, cambios de rumbo y apariciones esporádicas, la canadiense anunció que su retiro será oficial en el Canadian Open de Montreal, su casa.
La noticia sorprendió porque apenas hace unas semanas había vuelto a competir en el WTA 125 de Newport, pero el regreso fue más simbólico que competitivo: cayó en primera ronda y poco después comunicó su decisión.
“Amo el tenis. Siempre lo amaré. Pero simplemente ya no vale la pena dedicarle toda mi vida”, lanzó con sinceridad.
Del tenis a un nuevo deporte
Su futuro, en cambio, no estará alejado del deporte. Desde hace más de un año que la ex finalista de Wimbledon coquetea con el pickleball, una disciplina en crecimiento en Norteamérica.
Y no es un hobby. Ya ha competido en torneos, firmado contratos y dejado claro que ese es el camino que prefiere recorrer a esta altura.
“La vida del tenis profesional requiere una dedicación total, un nivel de sacrificio inmenso y yo ya no estoy para eso”, confesó. “Es algo que hice toda mi vida, pero ahora siento que no me llena como antes”, dijo.
Quiere una despedida alegre
Antes de colgar definitivamente la raqueta, Bouchard disputó un par de torneos más. Incluso jugó dobles en Washington junto a Clervie Ngounoue, donde fueron eliminadas por Venus Williams y Hailey Baptiste.
Pero la fecha más importante será Montreal. Y quiere que sea un adiós feliz.
“Primero estaba estresada con todo esto. Pero luego vi el cariño de la gente y me emocioné. Quiero que sea una celebración, no un funeral”, dijo, entre risas.
“Es un momento único en mi vida y quiero disfrutarlo como tal”, cerró.