El pasado 9 de mayo entró en vigencia la Ley de Protección y Reparación Integral a las Víctimas de Femicidio. Una medida que establece un régimen de protección y reparación integral en favor de las víctimas de femicidio y suicidio femicida, lo que también considera ayuda para sus familiares, en especial una pensión dirigida para sus hijos e hijas.

¿Cuál es la pensión entregada a hijos e hijas de víctimas de femicidio?

La Pensión Reparatoria es un aporte estatal que se entrega a las hijas y los hijos menores de 18 años de las víctimas de femicidio o suicidio femicida.

El monto de esta pensión es de $160 mil que se pagan de forma mensual a las personas beneficiarias. Este monto se reajustará el 1 de febrero de cada año de acuerdo con el IPC.

Este beneficio es compatible con cualquier otra pensión y no es considerada como remuneración, por lo tanto, no es imponible ni tributable.

¿Quiénes son consideradas víctimas con la nueva Ley de Protección?

Según establece la nueva Ley de Protección, son consideradas víctimas de femicidio las siguientes personas:

  • La mujer afectada por el delito.
  • Las hijas e hijos de la madre afectada por el delito.
  • Otras personas bajo los cuidados de la mujer afectada por el delito.
  • La madre o al padre de las hijas o hijos de la afectada por el delito, a quienes tengan el cuidado personal de estos y a la actual pareja que tenga una relación de carácter sentimental sin convivencia.
  • A quien se considere víctima según lo establecido en artículo 108 del Código Procesal Penal

La protección laboral que reciben las víctimas de femicidio

Las víctimas de femicidio frustrado o tentado tienen derecho a la protección del trabajo, por lo que gozarán de fuero laboral hasta un año después de ocurridos los hechos.  

Para hacer efectivo este beneficio, la víctima tiene que presentar al empleador la denuncia realizada ante las policías o el Ministerio Público. 

Asimismo, la víctima puede solicitar la adecuación temporal de sus prestaciones laborales en el plazo que dure el fuero. En caso de que la víctima deba acudir, por ejemplo, a testificar, su ausencia en el trabajo será justificada. Esto permite que las víctimas puedan buscar la debida justicia sin tener que preocuparse de perder su trabajo o su sueldo.