La inteligencia artificial (IA) está dando un paso importante en el campo de la detección temprana del autismo en niños menores de dos años, según un reciente estudio.

Esto porque investigadores desarrollaron un sistema de evaluación basado en aprendizaje automático que ha demostrado tener una precisión aproximada del 80% en identificar a los menores con alto riesgo de trastorno del espectro autista (TEA).

El equipo de investigación, liderado por la Dra. Kristiina Tammimies del Karolinska Institutet en Suecia, utilizó un enfoque innovador para analizar datos de niños diagnosticados con autismo y aquellos sin diagnóstico.

A través del estudio, publicado en la revista Jama Network Open, el equipo logró construir modelos de IA que analizan 28 medidas obtenidas a partir de cuestionarios médicos y antecedentes familiares, como la edad de su primera sonrisa del niño.

El modelo de IA se entrenó utilizando datos de un extenso estudio estadounidense, el Spark Study, que incluye información de 15,330 niños diagnosticados con autismo y una cantidad equivalente sin diagnóstico.

Los investigadores desarrollaron y ajustaron cuatro modelos distintos, seleccionando el más prometedor para pruebas adicionales en una base de datos de 11,936 participantes.

Los resultados muestran que el modelo identificó correctamente al 78.9% de los participantes con o sin TEA, con una precisión del 78.5% para niños menores de dos años.

Sin embargo, la Dra. Tammimies enfatizó a The Guardian que, aunque la IA puede ser una herramienta valiosa para identificar a los niños con mayor probabilidad de tener autismo, el diagnóstico definitivo debe seguir realizándose mediante métodos clínicos tradicionales. La IA, por sí sola, no puede sustituir el juicio clínico experto.

El modelo mostró que los indicadores más significativos para la predicción incluyeron:

  • Problemas con la alimentación.
  • La edad en la que el niño comenzó a construir oraciones más largas.
  • El logro del control de esfínteres.
  • La edad de la primera sonrisa.

A pesar de los avances, algunos expertos aconsejan cautela. La Profesora Ginny Russell, de la Universidad de Exeter, señaló a The Guardian que el diagnóstico de autismo en niños menores de dos años puede ser prematuro debido a la dificultad para prever qué niños podrían tener impedimentos graves y cuáles podrían “recuperarse” con el tiempo.