El dramatismo es una de las especialidades de Kim Jong-un, el líder y dictador de Corea del Norte, quien hizo explotar el edificio de la oficina de enlace intercoreana tras alejar relaciones con Corea del Sur.

Este edificio era dedicado a las relaciones entre los dos países en constante conflicto y ante el alejamiento, la hermana del dictador, Kim Yo Jong, ya había dado un adelanto de lo que pasaría.

“Dentro de poco la inútil oficina de relaciones entre el Norte y el Sur quedará completamente destruida”, dijo el pasado fin de semana.

Este martes la amenaza se hizo real y el gobierno coreano prácticamente hizo volar el edificio, aunque no hay una información oficial de cómo se hizo.

El acto fue comunicado posteriormente por la Agencia Central de Noticias e Corea del Norte, que declaró que se destruyó el edificio con una “terrible expresión porque su enojado pueblo estaba decidido a obligar a (la) escoria humana y a aquellos que han protegido a la escoria a pagar caros sus delitos”.