La energía en base a carbón es una de las que más CO2 producen en el mundo, aunque también es la más económica a la hora de generar energía.

Es por eso que Japón decidió abrir 22 nuevas plantas de energía en base de carbón, para poder solventar la demanda que existe tras cerrar su programa de energía nuclear como consecuencia del desastre de Fukushima.

Esta noticia golpea duro a los esfuerzos ambientales del mundo de disminuir las huellas de carbono, ya que la tendencia es eliminar la producción de CO2 que provoca al cambio climático, entre otros efectos.

Y la construcción de estas 22 plantas en los próximos cinco años es desastroso para lo anterior, ya que emitirán casi la misma cantidad de CO2 al año que todos los vehículos que se venden en un mismo período en Estados Unidos.

Esto incluso contrasta con la política impuesta por Japón de organizar los Juegos Olímpicos 2020 más ecológicos de la historia.