Hay historias que, en tiempos de pandemia, nos entregan algo de esperanza. Y esta que vamos a contar nos lleva hasta España, país que junto a Italia son los que han sido duramente azotados por los contagios de coronavirus.

Hermann Schreiber es octogenario como su esposa, Teresa Domínguez. Los dos sufren de alzheimer. Ella, gallega, dominaba el alemán, pero ya no. Ni siquiera habla. Él, oriundo de Alemania,no recuerda apenas el español que tanto controlaba. Pero todos los días se asoma a tocar su inseparable armónica,a lo cual la gente desde su balcón le responde con aplausos.

Pero la realidad de este abuelo es que su cuidadora le hace creer que estos aplausos son para él, ya que aprovecha justo cuando la gente le aplaude a los miembros de la salud pública local, quienes todos estos días trabajan para detener la pandemia.

Lugares como en España la gente ha reconocido la labor de los médicos a través de aplausos, lo cual sirve para crear historias como las que vive Hermann, que desde su balcón brinda su concierto y tiene un instante de alegría en la dura batalla que tiene que dar contra el Alzheimar, una enfermedad que afecta la memoria de las personas.