La Universidad de Texas realizó un estudio llamado “Late-Life Alcohol Consumption and 20-Year Mortality”, en el que durante 20 años observaron a un universo de 1.824 personas abstemias (que no beben alcohol) y al mismo número de personas que sí lo hacen.

El resultado de este estudio arrojó que quienes no consumen alcohol mueren antes que los consumidores ocasionales (nótese que resaltamos la palabra ocasionales). Según las cifras, el 69% de las personas abstemias murieron de forma prematura, mientras que los ocasionales fallecieron de manera anticipada el 41%. Incluso los alcohólicos dieron un registro de un 60%, menor que los abstemios.

La causa principal de esto es que el alcohol favorece a la vida social, por lo que quienes toman bebidas alcohólicas tienen una vida más desarrollada que los abstemios. En resumen, la recomendación es beber alcohol, aunque siempre de manera moderada.