Ya han pasado seis años del Mundial de Brasil 2014, pese lance entre Chile y el local donde todo lo pudo cambiar Mauricio Pinilla sigue dando vuelta.

Y el protagonista de aquel, a estas alturas, mítico palo, desclasificó algunos archivos no conocidos en el programa Zoom de TVN, manifestando que hubo malas prácticas por parte de los dueños de casa.

“Utilizaron varias artimañas para distraernos y sobre todo hacernos sentir como amedrentados. La verdad que se portaron súper mal. La policía obviamente tiraba mucho más para el lado de ellos, separaban y al mismo tiempo a nosotros nos empujaban”, sentenció.

El momento del ya mítico palo de Pinilla en Brasil 2014.

“Fue bastante feo ese momento. Menos mal en ese momento había gente de la FIFA que calmó un poco la situación y que se daban cuenta que estábamos siendo perjudicados”, profundizó.

Sobre ese travesaño, contó que “es una jugada que todos los días se me viene a la cabeza, no me lo puedo sacar. Todos se dieron cuenta que era la jugada del partido. Ves cómo saltan los compañeros, Sampaoli y te das cuenta que esa jugada pudo haber cambiado la historia”.

“Yo se que estoy cagado y que esto va a ser de por vida, como el penal de Caszely” – Mauricio Pinilla y una de sus variadas reflexiones sobre aquel fatídico palo.

Finalmente, manifestó que no se ha borrado el tatuaje de la jugada como se especuló. “Sigue ahí”, confirmó el Pini.

“PUDE HABERLE ENTREGADO MÁS A LA PROFESIÓN”

Cuando emergió del fútbol formativo de Universidad de Chile, Mauricio Pinilla pintaba para ser titular durante muchos años como el 9 de la Roja. No obstante, su comportamiento le fue jugando en contra.

“Pude haberle entregado más a la profesión”, asumió el ahora artillero de Coquimbo Unido haciendo una autocrítica.

“Tengo súper claro que me equivoqué, pero sí tuve la fortuna de reivindicarme desde el 2009 en adelante y terminar mi carrera como siempre lo soñé de chico”, profundizó.

Para concluir, el delantero recordó un episodio tragicómico camino a Alemania 2006, donde era el puntal que tenía designado Juvenal Olmos en ofensiva y se le ocurrió celebrar un gol en Venezuela poniéndose los pantalones en la cabeza, quedando suspendido para el siguiente ante Brasil en el Nacional.

“Marcelo Oyarzún, el PF de la Roja en ese entonces, me pidió que no me saque la camiseta para evitar la amarilla y entonces me saqué el short. Un tonto, imagínate la estupidez, poco cuerdo”, relató.