Clarence Acuña fue uno de los jugadores con mejor rendimiento en Universidad de Chile desde que llegó en 1997 desde O’Higgins de Rancagua, lo que le valió ser nominado por Nelson Acosta a la selección chilena.

Justo en ese proceso clasificatorio rumbo a Francia 1998, el volante fue bautizado por Eduardo Guillermo Bonvallet como “Brad Pitt”, apodo que lo persigue hasta el día de hoy.

En conversación con La Magia Azul, Acuña dice que con el tiempo se acostumbró, pero no está muy convencido del apodo.

Clarence Acuña ante Brasil en el Mundial de Francia 1998 (Getty Images)

“Al final me da lo mismo, es un apodo, un sobrenombre como hay 30.000 más, pero yo no me identifico nada con eso. Prefiero mil veces otro tipo de cosas, pero reitero no me calienta, no me suba, ni me baja, lo tomo como una talla”, afirma.

Consultado por el origen de este famoso apodo, el ex Newcastle relata que “eso fue algo de Bonvallet, una vez que aparecí con lentes, parece que fue por eso. Andaba con lentes no más que eso”.

En estos días de encierro los stickers de Whatsapp se han convertido en todo un hábito, y justamente uno con la cara de Clarence Acuña es de lo más populares junto a la frase “Tay Clarence”.

El formado en O’Higgins medio mosqueado aseguró que “algo sabía” pero cuenta que nunca lo ha visto.