La todavía arquera del Paris Saint-Germain y capitana de la selección chilena femenina, Christiane Endler, participó de una charla para la Universidad Autónoma, en la que compartió su experiencia camino al éxito para encabezar a la generación dorada de la Roja FEM, dejando lecciones de esfuerzo, superación y motivación para luchar a toda costa.
“Cuando llegué hace cuatro años al PSG lo hice como la segunda arquera, o a pelearle el puesto a una gran arquera que llevaba mucho tiempo acá en Paris, como siete años. Era muy querida por toda la afición y el club, era muy cercana con los fans. Me fue muy difícil tener una oportunidad, estuve cuatro meses sin jugar, sin ninguna posibilidad, y viendo todos los partidos desde la banca”, dijo Tiane.
Agregó que “yo estaba tranquila trabajando, me esforzaba súper enfocada en lo que estaba haciendo. Entrenaba horas extra y me esforzaba muchísimo. Me cuidaba en las comidas, el descanso y la recuperación. Estaba atenta a la primera oportunidad que llegó después de cuatro meses con mi primer partido oficial por el PSG”.
“Tuve que jugar contra el Olympique de Lyon, en ese momento claramente el mejor equipo de Europa que ya había ganado dos Champions seguidas. Era mi oportunidad y no la iba a dejar pasar. Y así fue”, complementó.
Añadió que “jugué bien, creo que empatamos a cero que para nosotras era un buen resultado ante una potencia, y desde ahí no solté más el puesto y fui titular en todos los partidos que quedaban y ya llevo cuatro años acá”.
Respecto a la mentalidad ganadora, Endler manifestó que “hay que tener mucha paciencia y darles tiempo a las cosas. La sociedad actualmente busca la inmediatez y el resultado inmediato. Buscamos en Google y tenemos en el momento lo que necesitamos. Buscamos llegar rápido a la meta, salir del colegio, trabajar y comprar el auto, la casa y el celular último modelo. Pero las cosas con son así, llevan tiempo cuesta y hay que trabajar duro para alcanzar lo que uno se propone”.
El gran ejemplo es la Roja femenina: “nosotras ahora recién clasificamos al primer Mundial y Juegos Olímpicos. Pero antes tuvimos dos Copas América, pasaron ocho años y más hasta lograr el resultado esperado y clasificar para posicionar a la selección donde queríamos. Cuando uno trabaja tarde o temprano los resultados van a llegar, hay que tener coraje para levantarse e intentarlo una y otra vez”.
Sentenció que “yo he perdido más que lo que he ganado, pero he seguido intentando lograr cosas importantes. Te van a cuestionar, te van a decir para qué lo haces, por qué entrena, por qué no carreteas o te vas de vacaciones. Yo siempre he pensado… ya van a ver lo que vamos a conseguir y hasta dónde vamos a llegar… Algún día conseguir ser la mejor arquera del mundo, hay que soñar en grande. No autoalimentarse ni ponerse techo”.