El skater profesional brasileño Sandro Dias (50 años) hizo historia al batir dos récords mundiales tras lanzarse desde 70 metros de altura por una rampa de un edificio de 22 pisos en Porto Alegre, al sur de Brasil.

De esta manera, el atleta completó el drop-in en skate más alto (88.91 metros), y alcanzó la velocidad más rápida jamás registrada en un skate estándar (más de 130 km/h).

“Me siento muy feliz. Recibí la energía de toda la gente que llegó y eso me dio más motivación de seguir. No tengo palabras para describir exactamente cómo me siento, pero estoy con mucha energía(…)Era un desafío que parecía imposible, pero no me detuve porque sabía que estaba haciendo algo grande no solo por mí, sino por el skate mundial”, comentó muy emocionado el atleta de Red Bull tras escribir su nombre en la historia.

Sandro Dias se lució en Porto Alegre

La preparación del skater

Para lograr el salto desde esa altura, Dias comenzó realizando otros a menor elevación: inició con una bajada perfecta desde 55 metros que lo llevaron a alcanzar 82 km/horas. Luego aumentó la altura a 60 metros y así lo hizo sucesivamente, sumando 5 metros más en cada salto hasta llegar a los 70 metros. Cabe destacar que cuando el skater saltó desde 65 metros de altura, ya logró adjudicarse un Récord Guinnes con esa altura.

Durante la caída libre, el skater soportó una abrumadora fuerza G (la forma de medir cuánta gravedad siente un cuerpo ante aceleraciones o frenazos extremos), lo que hizo que su peso corporal fuera de 310 kg en algunos tramos. También experimentó una increíble fuerza de reacción del suelo durante el descenso, que lo llevó a soportar un peso de hasta 400 kilos con el pie ubicado en la parte trasera de la tabla.

Con esta hazaña, realizada en colaboración con Prada Linea Rossa, el atleta de Red Bull de 50 años, hizo realidad una leyenda urbana que llevaba mucho tiempo circulando: convertir el edificio con forma de rampa, en la «rampa de skate definitiva», un sueño que se ha compartido durante más de una década a través de memes, recreaciones en digitales e incluso un vídeo viral en YouTube hace 16 años.

Sandro Dias hizo una performance increíble

El skater norteamericano Ryan Sheckler, que también es discípulo y amigo de Dias, lo elogió por su hazaña récord: “Es un patinador de pies a cabeza. Siempre ha estado superando los límites. Siempre ha ido más alto y rápido que todos los demás. Y a sus 50 años, ver algo así y hacerlo realidad demuestra el amor que siente por el skate. Siempre he respetado a Sandro y esto hace que mi respeto sea aún mayor.

Tony Hawk, otras de las leyendas de este deporte, elogió también el logro de Dias: “Si nos fijamos en la historia del skateboarding, vemos que sigue progresando. Sigue mejorando cada vez más”, afirmó Hawk.

Y continuó: “Seguimos superando los límites de altura y velocidad. Y ahora Sandro ha superado a todos los demás por cinco veces. […] Se puede llegar aún más lejos de lo que jamás imaginamos”.

Dias comenzó un extenso programa de entrenamiento físico y técnico para la hazaña en enero. Desde el acondicionamiento a la fuerza G hasta la monitorización de la velocidad del viento. La preparación fue una mezcla de planificación precisa y riesgo calculado. Dias entrenó con un chaleco con 40 kg de peso mientras se lanzaba por una mega rampa modificada para adaptar su equilibrio a la tensión de las fuerzas G. También realizó pruebas de velocidad en la pista de un aeropuerto, acostumbrándose a circular a más de 136 km/h en su patineta.

En cuanto a la rampa (que es tres veces más alta que cualquier otra rampa construida), se construyeron paneles de madera a lo largo de la curva exterior del edificio. La superficie de concreto que había debajo estaba desgastada y agrietada por los años de exposición, lo que la hacía insegura para practicar skateboarding en su estado natural. El revestimiento temporal no solo protegió la fachada del edificio, sino que también permitió a Dias deslizarse suavemente de arriba abajo, aprovechando al máximo la curvatura natural del edificio.

Se implementaron múltiples medidas de seguridad para contrarrestar los riesgos potenciales asociados a la hazaña, incluyendo vallas de aire al estilo MotoGP, barreras inflables y absorbentes de energía diseñadas para frenar a los pilotos en caso de accidente. Estas se colocaron al final de la rampa, lo que permitió a Dias detenerse de forma segura. Además, el equipo corporal del patinador incluía también un protector de columna vertebral.