El mundo del básquetbol está de luto. Oliver Miller, exjugador de la NBA y recordado por su paso por los Phoenix Suns, falleció de cáncer a los 54 años.
La noticia fue confirmada por la Asociación de Jugadores Retirados de la liga, generando reacciones entre quienes lo vieron brillar en los 90.
Miller, conocido como Big O, un pívot de 2,06 metros y un físico imponente, llegó a la NBA en 1992 como la selección 22 del Draft. Desde el inicio, su combinación de tamaño y habilidades sorprendió a muchos, pero su lucha constante con el peso y las críticas marcaron su carrera.
De finalista en la NBA a una carrera errante
Como novato, Miller formó parte del equipo de los Suns que alcanzó las Finales de 1993, enfrentándose al legendario Michael Jordan.
A lo largo de nueve temporadas, vistió la camiseta de seis equipos, incluidos los Raptors y Pistons, dejando promedios sólidos de 7,4 puntos, 5,9 rebotes y 1,5 bloqueos por partido.
Sin embargo, su físico fue un tema recurrente. Los problemas con el sobrepeso lo llevaron a perder oportunidades en la liga, forzándolo a jugar en ligas extranjeras antes de un breve regreso con los Timberwolves en 2003.
Oliver Miller: Un retiro con sombras y redención
Tras dejar el básquetbol profesional, su nombre volvió a las noticias por razones ajenas al deporte. En 2012, fue sentenciado a un año de cárcel por un incidente de agresión, empañando su legado.
No obstante, en sus últimos años, Miller encontró estabilidad en Phoenix, donde disfrutaba de su familia y su pensión NBA.