La semana de la NBA comenzó con uno de los partidos más esperados entre Golden State Warriors y Los Angeles Lakers, en el que el equipo liderado por Stephen Curry se llevó una trabajada victoria en la que debieron remontar un déficit de 19 puntos con el base como gran protagonista e imponerse 113-115.
El encuentro entre ambos era bastante esperado por no darse desde diciembre 2018 producto de lesiones que privaron ver el espectáculo que se repitió constantemente en las finales entre 2015 y ese 2018, en la que los Warriors se llevaron tres de esos anillos frente a los Cleveland Cavaliers.
Parecía un encuentro encaminado para los actuales campeones del mejor básquetbol del mundo al irse al descanso con marcador de 64-48, pero para el tercer cuarto los Warriors se metieron rápidamente en partido con tres triples consecutivos de Andrew Wiggins, que prometían una gran segunda mitad.
Para el cierre del encuentro, Curry fue la gran figura (26 puntos y 7 asistencias) con cinco puntos consecutivos y luego con el triple que definió todo. Tomó el balón desde una posición bastante alejada y con la marca de Anthony Davis lanzó de manera impecable para poner las cosas 115-110 con 1:08 por jugar.
Los Lakers pudieron poner las acciones a un tiro de tres de imponerse y la pelota ganadora la tuvo LeBron James (19 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) pero su lanzamiento dio en el tablero y no entró.