Uno de los viajes más largos de su carrera fue el que protagonizó José Rojas entre Concepción y Viña del Mar, donde reside actualmente. Y no tanto por la distancia: el descenso de San Luis de Quillota, tras derrota ante Universidad de Concepción, caló hondo en el eterno capitán de Universidad de Chile.

Pero Pepe se dio el tiempo de conversar con RedGol. Y en una mezcla de dolor y resignación, asume que comenzó a vivir sus últimos días como futbolistas profesional, luego de una trayectoria que lo llevó a ganar la Copa Sudamericana con la U y la Copa América con la selección chilena.

– De ganar todo con la U, a perder la categoría, cuánta diferencia…

En pretemporada uno siempre tiene una ilusión, salir campeón o meterse en alguna copa internacional. Y nadie está preparado para el descenso y es un golpe duro, lo más feo del fútbol. Pero dentro de todo lo malo hay que sacar algo positivo, atesorar lo que uno vive y, cuando deje esta profesión, pensar en que uno vio las dos caras del fútbol.

– ¿Tiene una fecha para el retiro?

Eso seguramente se decidirá al término del campeonato. Se tendrá que evaluar y ver qué opciones se presentan. Hoy en día va todo de la mano. Puedo seguir uno o dos años más, pero si ahora no aparece algún equipo, dejar de jugar es una realidad y hay que asumirla.

– Si de usted dependiera, ¿se retiraría en el club de sus amores, en la U?

“Si de mí dependiera, nunca me habría ido de la U. Pero uno entiende que hay decisiones que hay que respetar aunque uno no quiera, y eso pasa en todos los trabajos. Yo salí de la U, no se me renovó el contrato y es parte de. Hay decisiones de técnicos, dirigentes y son cosas que no dependen de uno, es así.

– Si no es la U, ¿En dónde se retirará?

Hoy día uno no se puede cerrar a ninguna parte, a ningún equipo y no me preguntes si iría a Colo Colo a la UC, porque eso no se va a dar.

– ¿Qué hará una vez que cuelgue los botines?

Es algo natural que eso comience a pasar por la cabez, pero primero me tomaría un tiempo para descansar antes de decidir. Y luego seguramente estaré ligado al fútbol. No sé todavía en qué, pero creo que uno necesita un descanso para limparse y cambiar el chip, de jugador activo a jugador retirado, y enfrentar la vida de otra manera.

– ¿Y si tuviera que elegir entre ser entrenador, representante o comentarista?

Hoy no descarto nada. Que suceda lo que tenga que suceder y si van apareciendo opciones en el camino, veré ahí si las tomo o dejo. Quiero que todo sea natural y no forzar nada.

– Finalmente, ¿qué legado dejó usted en la U?

La gente me demuestra su cariño día a día. Donde vaya aparece un hincha azul que me entrega el máximo cariño, en las mismas redes sociales. Es lo más gratificante y eso que pasaron tres años desde que me fui. El amor y respeto sigue intacto y vamos a ver qué nos depara la vida, el fútbol y el destino.

Fotos: Agencia Uno