La ausencia de Marcelo Díaz en las convocatorias de la selección chilena hace más de un año ha vuelto a tomar relevancia ante la impresionante valoración de la campaña del mediocampista en Racing Club, puntero de la Superliga argentina con el chileno como uno de sus grandes exponentes.

Y aunque el técnico de la Roja, Reinaldo Rueda, le ha quitado relieve a la situación; lo cierto es que malamente el jugador podría estar en sus planes, por una simple razón: Carepato no tiene lugar en el esquema táctico del seleccionador nacional.

La diferencia es evidente entre el armado de Rueda y el que ha hecho brillar a Díaz en Racing con Eduardo Chacho Coudet, quien siempre quiso contar con el jugador nacional. Desde la llegada del colombiano, Rueda aplica un dibujo de cuatro defensores, dos volantes de corte, un volante de salida con dos externos, y un delantero (4-2-3-1).

En cambio, la Academia aplica otro modelo, muy distinto en su concepción. Coudet saca un hombre de los ofensivos e integra un cuarto volante a la zona media (4-1-3-2). El 1 es Díaz, quien se mete entre los zagueros centrales y asume el armado del equipo, mientras los otros tres (Solari, Zaracho y Fernández) son más dados a la friega y el toque rápido que a la posesión.

La Roja ha usado el mismo esquema 4-2-3-1 en los seis partidos de la era Rueda y, con los tiempos y oportunidades que maneja el colombiano para echarle mano al equipo, un cambio a estas alturas parecería despropósito. Además, implicaría despojarse de uno de sus externos para sumar un cuarto volante.

Un buen ejemplo es el de [[Arturo Vidal]] y Diego Valdés. Rueda en vez de sumar a Vidal a la zona de corte lo ha utilizado suelto delante de los dos volantes. Cuando el Rey jugó de contención, abrió espacio para que Valdés fuera el 10 en el papel. Y cuando se adelantó Vidal, como ante Corea, Valdés se convirtió en un extremo.

Fotos: Agencia Uno