En el partido entre el Chindia Targoviste y el FC Arges en la segunda división rumana se dio un hecho inaudito.
El técnico Emil Sandoi le hizo una zancadilla descaradamente a un jugador rival cuando pasaba por la línea lateral.
Luego reclamó inocencia, pero el lineman ya lo había visto, por lo que fue expulsado merecidamente.