La policía iraní detuvo a 35 hinchas mujeres cuando intentaban ingresar a ver un partido de fútbol en la capital Teherán, entre los cuadros de Esteghlal y Persepolis FC en donde estuvo de visita el presidente de la FIFA Gianni Infantino.

La acción se enmarca en medio de las medievales medidas represivas del gobierno iraní desde 1979, entre las cuales destaca la injustificable norma que dice que las mujeres no pueden asistir a ver fútbol. Sólo una vez en 2006 se permitió que algunas pudieran ir al estadio a un partido de la selección.

El gobierno dijo que las 35 hinchas fueron retenidas y liberadas luego del partido, siendo llevadas a un “lugar adecuado”, según confirmó la BBC. Sólo hace algunas semanas, Arabia Saudita -otro país con injustificables medidas contra las hinchas- permitió que un número limitado de mujeres pudiera asistir a ver fútbol en un lugar específico del estadio destinado a las familias.

La visita de Infantino ocurre en medio de las duras diferencias que existen entre Irán y Arabia Saudita, país que no permite a sus clubes disputar duelos en territorio iraní. La reactivación de los problemas diplomáticos comenzaron luego de un ataque con bombas mólotov en contra de la embajada de Arabia Saudita –con mayoría sunita y gran aliado de EEUU- en Irán –de mayoría chiita y con constantes problemas con EEUU-, por la ejecución de un clérigo chiita junto a 46 reos acusados de terrorismo. en 2016

Ante la dura crisis que se esparce por el Medio Oriente, es que Gianni Infantino intentó mediar para que los problemas diplomáticos-religiosos-políticos no afecten al fútbol y los clubes y selecciones de Arabia Saudita puedan jugar en Irán y viceversa. Ambas selecciones participarán en Rusia 2018.

“Por supuesto que hay problemas políticos entre los países en todo el mundo, pero eso no debe tener impacto en el fútbol. La solución es siempre jugar en casa y fuera como en todas las competiciones de cualquier país. Evidentemente con todas las garantías y la seguridad necesaria”, comentó Infantino.