Hoy se cumplen 24 años del título conseguido por Universidad de Chile el 94 ante Cobresal en El Salvador. El Chuncho volvía a la gloria después de 25 años de penurias consagrando a Sergio Vargas como ídolo del cuadro azul.

“Hoy 18 de diciembre, ya hace 24 años, ha pasado el tiempo y me doy cuenta que lo que hicimos fue una tarea titánica, épica e irrepetible. Llegué el año 1992, en ese momento existía una gran diferencia de club con los demás en infraestructura, logística, economía y jerarquía de plantel. Luchábamos contra Colo Colo, que tenía un gran plantel. Era el campeón vigente de la Copa Libertadores. La UC una gran institución con un gran equipo (llegó a la final de la Copa Libertadores en 1993), Cobreloa con un gran equipo que fue campeón en el 92. Nosotros todo lo inverso”, sostuvo el ex arquero en un extenso hilo en su cuenta de Twitter.

Agregó que la U vivía “muchas carencias. Sólo teníamos una cancha para entrenar, un camarín añejo y la utilería que era un conteiner. Se conformó un plantel para no sufrir problemas de descenso ya que en el año 1990 y 1991 el equipo estuvo luchando por no descender. El año 92 estuvimos a 2 minutos de clasificar a Copa Libertadores. En 1993 comenzamos a ganar en el Monumental, cosa que nunca antes se había hecho y lo seguimos haciendo hasta el 2002 (último triunfo). Logramos resultados memorables y heroicos como el 1-1 con 9 hombres”.

Respecto al hito en particular, recordó que “después de ir perdiendo 1-0, salimos campeones en 1994 y rompimos un maleficio de 25 años, de muchas tristezas, frustraciones y desilusiones de los hinchas. Pero lo más importante es que cambiamos la mentalidad y la historia de la U, les hicimos volver a creer que se puede. Se volvió a tener sentido de pertenencia, ilusión y orgullo. Nuestra misión fue traspasar y trasladar al equipo una mentalidad fuerte, positiva y ganadora, que sirvió de inspiración a varias generaciones de futbolistas que venían desde cadetes”.

Incluso, el Superman considera que el histórico título del 94, que se confirmó con el bicampeonato del 95, sentó los precedentes para las posteriores glorias azules.

“Los hinchas volvieron a sentirse orgullosos y representados de su equipo, de la U. Atrás quedaron los tiempos en que el equipo descendió a Segunda División y peleaba en cada torneo por no descender. En 10 años dejamos 4 títulos nacionales, 2 vicecampeonatos y 2 Copas Chile”, expuso.

Sentenció que “volvimos a reinsertar a la U en copas internacionales, cosa que no sucedía por más de una década, estuvimos en 2 semifinales de torneos internacionales. Pero por sobre todo ese grupo de jugadores hizo creer que todo era posible con esfuerzo disciplina, trabajo y en especial una personalidad y mentalidad ganadora. Ese fue el aporte y nuestro legado para cambiar y reescribir la historia de triunfos y campeonatos durante estos últimos 24 años. Por eso, brindemos camaradas por la Universidad de Ánforas Azules…”.