En el empate 2-2 entre el Marsella y el Rennes en la Ligue 1, un niño fue el encargado de realizar el saque de honor, pero no esperaban que se saliera con la suya y llegara hasta al arco.
El infante avanzó 50 metros y le metió un gol al arquero del equipo rival, desatando los aplausos de la hinchada. Luego, se quitó la polera y celebró con todo.