El público japonés presente en la Copa del Mundo ya había dado un bello ejemplo de deportividad al recoger los desperdicios que dejó en su paso por los estadios de Rusia. Y la selección nipona no quiso ser menos, y dejó para el archivo una buena obra en su despedida del Mundial.

Después de que los asiáticos perdieran increíblemente la definición de octavos de final ante Bélgica, después de ir ganando por 2-0 y con el gol de la derrota al cuarto minuto de descuento; su reacción fue destacada: el plantel de Akira Nishino limpió el camarín que ocupó en Rostov y dejó una nota de agradecimiento.

Así lo reveló una imagen que ha circulado en las redes sociales, donde se muestra el vestuario impecable después de la dolorosa caída, con un mensaje en alfabeto ruso y la palabra “arigato”, es decir “gracias” en el idioma nipón.

Japón fue la última selección asiática en competencia. Se clasificó a la segunda ronda gracias a una mínima diferencia en el desempate con Senegal, que se definió a través de la cantidad de tarjetas amarillas que había recibido cada equipo.

Ayer en Rostov, estuvo en ventaja de 2-0 hasta que faltaban veinte minutos para el final del partido contr los belgas, pero el equipo fue preso de los nervios y terminó inclinándose por 3-2.

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