Cuando se trata de Max Verstappen, nunca faltan las emociones fuertes. Esta vez, el tetracampeón mundial no lo hizo desde su monoplaza de Red Bull, sino al volante de un Ferrari GT3 en el temido circuito Nordschleife.
¿Lo curioso? Corrió bajo un seudónimo: Franz Hermann. ¿Lo polémico? Las críticas que le llovieron después, con nombres pesados como Ralf Schumacher y el jefe de Haas, Ayao Komatsu, sacando la artillería pesada.
Schumacher explota por la maniobra de Verstappen
Ralf Schumacher, hermano del legendario Michael Schumacher, no se guardó nada. El expiloto y comentarista lanzó una dura crítica en Sky Alemania. “Si yo fuera su jefe de equipo, le habría preguntado si todavía está en sus cabales”, lanzó.
El alemán apuntó a lo peligroso del trazado de Nordschleife, calificando la decisión como “no muy inteligente”.
Y tiene razón al decir que no es un circuito cualquiera; se le conoce como el Infierno Verde, un lugar donde cualquier error puede costar caro.
Schumacher recordó que incluso el DTM fue vetado en su momento por los riesgos del lugar. Para él, llevar un GT3 a ese nivel, aunque no sea en competencia oficial, es tentar demasiado a la suerte.
Haas también se suma a las críticas
El jefe de Haas, Ayao Komatsu, fue tajante: si sus pilotos, Esteban Ocon u Oliver Bearman, le hubiesen pedido algo similar, la respuesta habría sido un rotundo “no”.
“Max es Max”, dijo, para luego explicar que los suyos ya tienen bastante con enfocarse en la Fórmula 1, marcando distancia.
Según Komatsu, los pilotos ya tienen suficiente con 24 carreras al año, simuladores, preparación física y reuniones técnicas. No hay espacio para estas “aventuras paralelas”.
Max se defiende: “He dado miles de vueltas en el simulador”
El neerlandés, por su parte, defendió su acción asegurando que conocía perfectamente el trazado gracias a su entrenamiento virtual.
“Sabía exactamente dónde estaba y qué esperar”, aclaró.