La historia comenzó el sábado 15 de julio, cuando en la ciudad de Avellaneda, en Buenos Aires, se jugaba una pichanga en el complejo Estación 98. Un futbolista llamado William Tapón agarró a golpes en la cabeza al árbitro hasta dejarlo inconsciente por defender a su amigo recién expulsado.

El día de ayer, la justicia determinó que investigarían al agresor por homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo. Horas más tarde, apareció su cuerpo en las líneas del tren en las cercanías del sector con una bala en la cabeza.

El periodista Nacho Genovart comentó en su Twitter el aparente suicidio del futbolista. “Se acaba de suicidar William Tapón, el agresor del árbitro de Sarandí. Ocurrió en el momento en el que declaraba la víctima. Se quitó la vida con un arma de fuego. Encontraron su cuerpo en las vías del tren, altura General Paz y Heredia. Tenía 24 años. El disparo fue en la zona del parietal”, escribió.

“En las próximas horas harán un rastrillaje por la zona para encontrar el arma con la que se efectuó el disparo. Hasta el momento no pudieron hallarla cerca del cuerpo. De todas maneras, se realizaron tomas de muestra de las manos que corroboran que se trata de un suicidio”, agregó el comunicador.

Los hechos

El jugador militaba en el equipo La Cortada y uno de sus compañeros había sido expulsado de la cancha minutos antes. Esto, por empujar al árbitro tras recibir una tarjeta amarilla. William Tapón apareció y le pegó en la cabeza al juez hasta que cayó al piso. Posteriormente le pegó patadas hasta que quedó inconsciente.

El árbitro decidió denunciar el lunes, ya que estuvo hospitalizado hasta ese día. “Me pudo haber matado, yo hoy capaz estaba en un cajón, mi familia llorándome y no hay un contexto que justifique que me pegue una patada de esa manera”, señaló Ariel Paniagua.

Además, el mismo juez señaló que nunca recibió una disculpa de su parte. “Hablé con el delegado de su club, una muy buena persona que me pidió disculpas, pero de él no salió una disculpa del corazón, lo que me dijo fue ‘lo hice en calentura’. Yo soy padre soltero, ¿qué hacían mis hijos si me mataba?”, añadió.

Tapón comentó la situación a Telefé y aseguró que se nubló porque Paniagua llevaba una seguidilla de malos cobros. “Empezó todo así: iban dos minutos y ya le habían pegado a un compañero mío y el árbitro no lo cobraba. Yo era capitán, así que le decía ‘juez, cóbrala, si lo viste, estabas a dos metros'”, destacó.

“Está bien, seguíamos jugando, pero hacíamos una mal y ya nos tiraba todo a nosotros. Por eso yo ya venía enojado y le pegué, sin darme cuenta. Yo ya le pedí disculpas, hoy estuvimos hablando con el réferi. Te digo la verdad, me nubló. Cuando me rescaté ya era todo distinto y me pregunté ‘¿qué hice?'”, declaró Tapón sobre sus hechos.