El partido estaba apretado, la Vecchia Signora apenas ganaba por 2-1 en el derbi de Turín, hasta que apareció la genialidad del portugués.
CR7 puso la pelota en el piso, tomó impulso y pateó un tiro libre hermoso, que dejó sin opciones al arquero Salvatore Sirigu.
Cristiano Ronaldo ahora prefirió la colocación ante la potencia y le resultó, para que Juventus celebre.