Medios ingleses han informado este jueves que el multimillonario dueño del Chelsea de la Premier League, Roman Abramovich, no podrá volver a Gran Bretaña.
Fuentes de seguridad de alto rango dicen que es poco probable que se le permita vivir en Inglaterra, país que no visita hace varios meses.
La instrucción a los funcionarios de inmigración es hacer imposible el regreso del empresario de 55 años, quien tiene una mansión de 125 millones de libras cerca del Palacio de Kensington.
Esta situación se produce luego de que parlamentarios nombraran a Abramovich como uno de los 35 oligarcas y “facilitadores clave” de la “cleptocracia” del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El empresario ya había tenido problemas para ingresar anteriormente, por lo que se convirtió en ciudadano israelí, lo que le permitió entrar por hasta seis meses a Gran Bretaña.
Abramovich tiene una riqueza estimada de 8.400 millones de libras esterlinas, la que obtuvo vendiendo activos comprados al estado cuando se disolvió la Unión Soviética.
Llegó al Chelsea en 2003 y transformó al equipo con fichajes de grandes estrellas, llegando a ganar la Champions League en dos ocasiones.
La secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, se negó a decir si Abramovich sería objeto de sanciones o no, pero sugirió que otros sí lo serían.
“Tenemos una larga lista de cómplices de las acciones de los líderes rusos”, señaló.