El partido entre el PSG y el Istanbul por Champions League, jugado el 8 de diciembre de 2020, va a pasar a la historia por ser el primero que se suspende por un acto racista.
Aquel día en París el cuarto árbitro del partido, el rumano Coltescu, emitió comentarios racistas al técnico del Istanbul, Pierre Webó, por lo que los futbolistas decidieron no jugar más.
En entrevista con France Football, el camerunés se mostró orgulloso por la actitud de su equipo, pues lo ve como un símbolo importante para ayudar a erradicar el racismo del fútbol.
“Lo que ocurrió se quedará para siempre, en mi mente y en la de todos. El partido se paró y fue el primero en suspenderse, así que ahora todos saben que la continuidad de un partido está en peligro y que en cualquier momento podemos pararlo. Algo ha cambiado”, señaló Webó.
Luego, añadió: “Quiero que se apliquen algunas sanciones porque de lo contrario se seguirá repitiendo y nadie se acordará de lo que pasó”.
Finalmente, reveló que la UEFA ejerció presión en los camarines para que el partido se siguiera disputando: “Hubo una gran presión de la UEFA en el vestuario. Vinieron a ver a algunos jugadores diciendo que teníamos que reanudar el partido, ya que no habría tiempo de volver a jugar con un calendario apretado y la pandemia”.