Liverpool llegó a la cancha del Leicester City con la intención de llevarse los tres puntos y dejar atrás la mala racha que los persigue hace rato y que no sólo le costó la punta, también alejarse muchos puntos del imparable Manchester City de Josep Guardiola.

En un partido complicado, Mohamed Salah ilusionó a la escuadra de Jürgen Klopp cuando abrió la cuenta a los 67 minutos de partido.

Sin embargo, otra vez Alisson estuvo muy pobre al remate de tiro libre de James Maddison. Aunque se revisó por un posible offside, el VAR confirmó el empate para el Leicester.

Los fantasmas se hicieron presente otra vez en los Reds porque a falta de nueve minutos para el final, una desinteligencia entre Ozan Kabak y -otra vez-, el portero Alisson Becker que sale muy mal, fue todo aprovechado por Jaime Vardy.

Cuando el Liverpool quería terminar el partido para que acabara la pesadilla Harvey Barnes agradece la defensa regalada para marcar el 3-1.

Con este resultado el cuadro de Klopp quedó cuarto con 40 puntos, a 10 del Manchester City ¡con dos partidos más que los Citizens!