La relación de Gareth Bale y el Real Madrid no se arregla ni siendo campeones. Este jueves, el conjunto merengue venció al Villarreal por 3-1 y se coronó como nuevo monarca de La Liga, armando una fiesta en la cancha del Alfredo Di Stefano, pero que al galés le dio lo mismo.
Luego del pitazo final, se montó el escenario para la entrega de la copa. Mientras todo eso ocurría, el plantel se encontraba celebrando el logro, cuando se les acercó para saltar junto a ellos. Pero de la nada comenzó a intentar derribarlos, lo que quedó registrado en las cuentas oficiales del club.
Como si fuera poco, el equipo realizó el tradicional “malteo” a Zinedine Zidane, momento en que Bale prefirió quedarse lejos y solo mirar. Una clara muestra de que con el francés no quería nada de nada.
La guinda de la torta llegó al momento de la foto oficial, donde todos los jugadores intentaron ponerse cerca de la copa, menos él. El hecho ha generado todo tipo de opiniones en redes sociales, donde cuestionan la actitud del galés.
En buena o en mala, lo cierto es que Bale también puso su granito de arena para que el club levantara su estrella 34. Aunque probablemente esto no cambie su forma de ver al Real Madrid: detrás de Gales y el Golf.