A los 9 minutos de partido Bayern Munich comenzó a sufrir en una mañana negra en Frankfurt: El árbitro cobró penal para el local y tarjera amarilla para Boateng, sin embargo, el VAR se encargó de avisarle al colegiado que la falta había sido fuera del área, entonces el juez cobró tiro libre y expulsión del jugador del Bayern.
El Eintracht tenía el balón y la superioridad númerica, aunque recién pudo plasmar el dominio en el marcador. Kostic en 25´ y Sow en los 33´ sellaron el partido.
El Bayern más que nada en base a amor propio llegó al descuento cuando el reloj marcaba 37 minutos: Robert Lewandowski ingresó al área rival, dejó atrás a dos defensores y casi bota el arco de Ronnow para convertir el gol de la esperanza.
El gol del delantero polaco sólo fue oasis en el desierto, porque Eintracht de Frankfurt sabía que estaba en su día, y así fue que con goles de Abraham en el 49′, Hinteregger en el 61′ y Paciencia en el 85′.
De esta forma el local se tomó revancha del 0-5 sufrido ante el Bayern en la supercopa alemana del año pasado.