En pleno período electoral en Boca Juniors, hay un nombre de consenso entre todasd las listas, y no es un dirigente para llegar a la presidencia, es el delantero Paolo Guerrero cuya llegada al club es apoyada por patricios y plebeyos.
Según varios medios argentinos, en Inter de Porto Alegre se enteraron del interés del club porteño por el Deprador y les notificaron que el precio de salida del goleador es de 4.5 millones de dólares.
Hasta Juan Román Riquelme que es candidato a vicepresidente de Boca, está prendido en la idea de traer sí o sí al atacante cuyo pase pertenece a Internacional de Porto Alegre.
Según TyC “esta cláusula que no parece descabellada para contar con los servicios del delantero, parece que la llegada del atacante está más cerca que nunca, luego de varios mercados de pases en los que sonó pero nunca se pudo concretar”.