Cuando el mundo se enlutó por la tragedia del avión del Chapecoense en diciembre de 2016 solo tres de los 22 jugadores que viajaban sobrevivieron en un accidente que dejó un terrible saldo de 71 fallecidos.

Uno de ellos fue Alan Ruschel, quien a diferencia de Neto y Jackson Follman, fue el único que pudo regresar a las canchas. Sin embargo, su ciclo en el equipo de Santa Catalina llegó a su final y fue cedido al Goias en un sobrio comunicado.

Eso, sin duda, caldeó los ánimos del lateral derecho y habló con todo en el inicio del nuevo reto. “El gran desafío que tuve en mi vida fue volver a jugar al más alto nivel y gracias a Dios que lo conseguí. Ahora tengo un nuevo desafío, demostrar que no dependo de la lástima de nadie”, dijo.

“Voy ademostrarle a muchas personas en Brasil que no estoy en el fútbol por favor del Chapecoense. Es difícil salir, participé del ascenso, fui campeón de (el estado de) Santa Catarina, jugué la Sudamericana y estuve en el accidente”, añadió.