Nació en Colombia, sede de la actual Copa América femenina, pero desde los 11 años vive en nuestro país junto a su mamá. De su niñez en el corregimiento de Zaragoza del Valle del Caucas, a jugar por Santiago Wanderers, hoy en Santiago Morning, y entremedio comenzó a defender a la selección chilena.

Mary Valencia ha vivido un duro camino hasta encontrar en Chile su lugar en el mundo. Hoy vive su primera Copa América femenina, tras disputar en abril el Sudamericano Sub 20 junto a la Roja, y deslumbrar semana a semana en el Campeonato Nacional Femenino. La ahora chilena, es parte de las nuevas cartas de la selección chilena para un nuevo futuro.

Chile, una nueva tierra para crecer

Nacida en el corregimiento de Zaragoza del Valle del Caucas, Colombia, Mary Valencia viene de una vida sencilla. En su casa no había televisión y, sin otra cosa que hacer, recorría las calles y las canchas de su pueblo detrás de un balón, jugando con sus amigos.

En 2011 la madre de Mary, Ana Valencia, llegó sola a Viña del Mar, donde trabajó primero en una fiambrería y luego en un negocio de tragamonedas. Ganaba poco dinero y casi todo iba para su familia. Pero cuando su hija cumplió 11 años, llegó con ella a Chile.

Mary Valencia en uno de los llamados a los microciclos de la selección chilena femenina, como por ejemplo la Sub 20. (Foto: Santiago Wanderers).

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Mary sufrió con el frío del invierno, pasaba enferma por los cambios de clima, estaba pegada a su mamá, pero sintió la lejanía de sus amigos y la familia que quedó en Colombia. Por fechas, tuvo que esperar para entrar al colegio y le costó adaptarse.

“En el colegio era la única morena, era extraño para los demás y me molestaban a veces”, dice en conversación con el portal EMOL. Su mamá la iba a dejar al colegio en la mañana y se iba a trabajar. Ana trabajaba todo el día y en la noche estudiaba, por lo que le daba instrucciones constantes a su hija por teléfono. Al volver, Mary dormía, y solo se volvían a ver al día siguiente.

Pero, un día ocurrió un hecho inesperado. Mary no respondía el teléfono y su mamá se preocupó. Pidió permiso en el trabajo y fue a ver qué pasaba: Su hija estaba jugando fútbol y se olvidó de la hora.

Mary Valencia con la camiseta de Santiago Wanderers de Valparaíso, su primer club en el fútbol femenino nacional. (Foto: Santiago Wanderers).

De un taller del colegio a Santiago Morning

Mary encontró en el fútbol la compañía que faltaba en Chile. Primero fue en el taller de su colegio, fue reclutada por la escuela de fútbol de Jorge Ormeño y luego comenzó su carrera en Santiago Wanderers de Valparaíso, hasta diciembre de 2021, momento que coincide con el descenso del club en su rama femenina.

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Y casi como regalo de fin de año, el gran salto. Santiago Morning comenzaba la nueva temporada con la intención de retomar su hegemonía en el fútbol femenino, por lo que llamó a Mary Valencia.

“La que se comunicó conmigo para llegar a Santiago Morning fue la señora Paula Navarro. Y en mis metas personales está seguir creciendo como futbolista y aprender”, dijo Mary tras su fichaje en el Chago.

Mary Valencia se convirtió en uno de los fichajes de Santiago Morning para la temporada 2022 del Campeonato Nacional Femenino. (Foto: Santiago Morning).

A los 15 años la llamaron de selecciones juveniles para entrenar, pese a que no tenía la nacionalidad chilena, y con el paso del tiempo se ha lucido con su velocidad y olfato goleador. En 2019, comenzó los trámites de nacionalización, y tras varias negativas, como falta de documentos, en 2022 logró la carta que la acredita como una chilena más.

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Así, fue parte de la Selección Sub 20 que disputó el Sudamericano de la categoría en La Calera y recibió el llamado de José Letelier para viajar a Colombia, la tierra que la vio nacer, a la Copa América femenina, pero ahora como chilena, el lugar que le dio las oportunidades y un nombre de futuro en el fútbol femenino.