Paola Muñoz ha vivido en Estados Unidos los últimos dos años donde ha entrenado, competido y convivido con su equipo CWA Racing. En la última semana, participaron de la competencia Speed Week que se corre en Atlanta, y Paola y sus compañeras consiguieron buenos resultados: “Estoy súper satisfecha con el rendimiento y trabajo que estoy haciendo. Estábamos corriendo con la actual campeona olímpica, Jennifer Valente y también con la campeona nacional a la que le gané un par de sprint”.
Sin embargo, las últimas semanas no han sido buenas. “La empecé a pasar mal desde la segunda semana de abril. Perdí a mi mamá y me tocó estar lejos. Traté de buscar pasajes para acompañarla, pero no fue factible, y en vez de viajar con desfase y haberme perdido las ceremonias del funeral, le dije a la dueña del equipo que me iba a quedar e iba a hacer todo pensando en mi mamá”. Para Paola era muy importante poder hacer cosas para no caer en un espiral de pensamientos negativos, por lo que prefirió concentrarse en los momentos bonitos que vivió junto a su madre, donde asegura que todos los podios que ganaba, siempre eran dedicados a ella.
Tras la pérdida de su mamá, Paola Muñoz se concentró en la competencia de Atlanta. Como el evento dura 10 días, junto a una compañera de equipo decidieron ocupar su día de descanso para entrenar y lamentablemente chocaron. “Ella tomó la curva muy cerrada y me enganché en su bicicleta y nos caímos. Saqué la peor parte porque me pegué en la cabeza y perdí el conocimiento por dos horas. No sabía dónde estaba, preguntaba todo el rato, me angustiaba, me ponía a llorar. Fue súper complejo, así que de inmediato desde Chile el Ministerio del Deporte, el Comité Olímpico y el Instituto Nacional del Deporte activaron todos mis seguros para que tuviese la mejor evaluación y atención”.
Muñoz volvió a Chile para recuperarse y su evolución ha sido bastante favorable. “Tuve un TEC (tenía inflamación del cerebro), un esguince cervical, una contractura muscular en la zona cervical muy fuerte que no me permitía mover, y sumado a eso también tenía una disyunción del acromioclavicular”. En la segunda evaluación la ciclista olímpica ha mejorado muy bien y además ha tenido tiempo para disfrutar a sus hijas y a su marido tras las duras semanas que ha tenido desde abril hasta su accidente.