Chile jugó un gran partido ante Argentina, aguantando durante varios minutos a los campeones del mundo. El árbitro fue determinante en el resultado, no obstante, hay que resaltar el empuje de los jugadores nacionales. Este es el uno a uno de la Roja.
Claudio Bravo (7): estuvo atento bajo los palos, pero, extrañamente, falló varias veces con el balón en las piernas. ¿Se le perdona? Claro que sí, sobre todo por tapadas como la que le hizo a Molina a los 49’. Un bombazo para el cual el portero simplemente puso el cuerpo. Qué decir de la tapada con lo justo a Nico González a los 60… simplemente, una maravilla. Démosle una más: el tapadón a Lautaro Martínez cuando éste estaba solo frente al portero. No, es que de verdad, lo de Bravo hoy fue espléndido. Con 41 años sigue siendo un arquerazo.
Mauricio Isla (5): fue por su lado que vinieron la gran mayoría de los ataques argentinos. Estuvo bien en la salida, jugando, pero no supo presionar a Nicolás González, por lo que sufrió más de la cuenta. Se ganó una amarilla a los 82’, cuando se le escapaba Lautaro Martínez. Al parecer, cuando la velocidad ya no lo acompaña, recurre a la maña. Eso fue, por lo menos, lo que Isla mostró ante los argentinos. Lo que se agradece es que tiene esa pachorra que se había extrañado ante Perú. No se queda calladito.
Igor Lichnovsky (6,2): atento como siempre al jeugo aéreo. Se cruzó en varias pelotas que tenían como destino el arco. Impresionantemente sólido. Hay dos opciones: sin él la figura de Bravo se hubiera hecho aún mayor o Argentina habría hecho varios goles. Pero allí estuvo y vaya que fue un gran aporte en la calurosa tarde en el MetLife Stadium. Si en el duelo con Perú habiamos señalado la falta de comunicación entre los defensores, ahora ese tema se mostró resuelto.
Paulo Díaz (6): fue un partido de pierna fuerte y Paulo Díaz metió. Un partido de varias pelotas aéreas, y Paulo Díaz cabeceó. Estuvo atento y supo cuándo y dónde estar. Pese a la derrota, se entendió bien con Lichnovsky y da para pensar en una buena dupla de centrales a futuro.
Gabriel Suazo (6): se mostró fiero en la marca y su ímpetu, pese a que le valió una amarilla, se agradeció. Eso era lo que se le había reclamado a los jugadores en el duelo con Perú y por lo que se vitorearon los nombres de Medel y Vidal.
Rodrigo Echeverría (6,2): dos de los tres tiros al arco de Chile fueron obra de Rodrigo Echeverría. Si no fue el mejor agente ofensivo de Chile, pega en el palo. Era lo que Chile necesitaba en el mediocampo: oficio, pierna fuerte y pase seguro. Si a eso le sumamos remate, entonces la ecuación queda lista. Lamentablemente, no pudo anotar, pero se ganó algo más que un aplauso y debe ser el que entre desde el principio ante Canadá.
Erick Pulgar (4): a ratos parece jugando en una velocidad inferior al resto. Metió físico en las pelotas aéres y supo aguantar. Sin embargo, sigue estando medio lejos de ser lo que se espera en mediocampo. Principalmente, por lo ya dicho: la lentitud. No parece matándose por cada pelota como el resto de sus compañeros y su nombre desaparece largo rato de las cuerdas vocales de los relatores.
Darío Osorio (4): partido opaco, con poco que aportar para cambiar la situación de Chile. Con más pena que gloria transitó por el MetLife Stadium. Los pocos amagues realizados sirvieron minúsculamente y quedó atrapado en su banda. Incomodidad, falta de experiencia o hartazgo: algo anda mal con Osorio, que no ha mostrado ni un ápice de lo que se esperaba de él.
Alexis Sánchez (5,5): corrió y corrió. Lo de Alexis en el MetLife fue una maratón. En TyC Sports, los comentaristas argentinos quedaron asombrados con el Maravilla, sobre todo por su velocidad y por la entrega. Cumplió una tarea que dio pocos frutos: servir de enlace entre defensa y ataque. Poco atacó Chile, pero el tocopillano hizo un desgaste importante. Teniendo 35 años, es realmente increíble que pueda cumplir funciones que generalmente están destinada a los con menos recorridos y con músculos más jóvenes. Sin tener un duelo magnífico, siempre tiene notas altas este Alexis.
Víctor Dávila (5,8): más que un agente ofensivo, ante Argentina Dávila cumplió muy bien las labores defensivas. Supo ayudar en una banda que estuvo más débil. Corrió y dejó todo en la cancha, además de ser solución en varias jugadas.
Eduardo Vargas (4): no pudo aportar mucho en ofensiva y ni siquiera un tiro al arco se llevó de recuerdo. El primer tiempo, cuando más flojo se vio Chile, hubo pocas acciones cerca del área Argentina y en ninguna de ellas fue trascendental. Quizás, su labor silenciosa arrastrando marcas haya sido más relevante que su juego con pelota. Pero eso hay que verlo detenidamente.
Marcos Bolados (5): entró a los 65’ por Alexis Sánchez. Si bien no consiguió cambiar el panorama, el juego se comenzó a abrir para Chile con la salida de Alexis.
Marcelino Núñez (5,5): entró por Erick Pulgar a los 76’. Logró ser un aporte en ofensiva y uno de los tres tiros que fueron al arco de la Roja, fue obra de Marcelino.
Nicolás Fernández (-): entró a los 87’ por Mauricio Isla
Ben Brereton (-): entró a los 87’ por Edu Vargas.