El fútbol chileno comienza 2022 pensando en 2021. En las próximas horas debe conocerse el fallo en segunda instancia del Caso Melipilla, que de momento sentencia la expulsión de los Potros de la ANFP y la salvación de Huachipato del descenso a Primera B.

A la espera del dictamen se encuentra Carlos Encinas, entrenador de Lautaro de Buin e inversionista minoritario de Melipilla, quien ha sido apuntado especialmente por los antecedentes llegaron a manos del Tribunal de Disciplina.

En comunicación con Redgol, el empresario asegura que “sólo hablan de contratos extraños y yo reconozco, me equivoco. Pero se habla con mucha crueldad de las personas que tratan de hacer lo mejor por la actividad”.

De acuerdo al estratega, “un periodista pidió que me condenaran de por vida y no entiendo por qué: no he cometido ninguna falta como técnico y no me interesa ser dirigente. Era bien especial la petición del periodista”.

Las quejas de Encinas son varias: que las sanciones se refieren a irregularidades de 2020 y no de la temporada que recién termina y especialmente que no se ha destacado el éxito que ha tenido la sociedad en Melipilla y Lautaro, dos que timbraronascensos esta temporada.

“Si cometí errores en la temporada anterior, les pido disculpas a los afectados. Pero nadie ha hablado de dos ascensos con Lautaro y Melipilla, una permanencia con Melipilla en Primera y en Lautaroahora dimos vuelta un inicio malo”, lamenta el ex delantero de Colo Colo y Audax.

Y va un paso más allá. “Se nos acusa de ser los monstruos del fútbol y somos un equipo chico, un grupo de amigos. No un grupo económico. Nuestras declaraciones son por el mínimo, porque esto es un apostolado, sólo para demostrar que podemos”, asegura.

Aquí nace el principal reclamo de Encinas, la percepción de que se está midiendo a ambos clubes con una vara distinta que la que regula las actividades del resto de los asociados, y en particular los llamados equipos grandes.

Carlos Encinas cree que todavía existen posibilidades de que Melipilla e incluso Lautaro de Buin puedan ratificar lo que hicieron en la cancha

“¿No sería más fácil para un equipo hacer una compra de derechos de imagen y después pagar el sueldo? Si alguien lo hizo, no es un delincuente. No entiende bien cómo se deben hacer las cosas, porque en los equipos grandes se pagan derechos de imagen y después lo otro se lo pagan en el sueldo”, explica.

“Hay equipos que tienen facturas y compras de derechoss federativos…No sé si por esos derechos tributan, porque si tributaran, lo meterían todo en una misma liquidación de sueldo, No entiendo por qué hacen una diferencia”, puntualiza el entrenador.

“Pero resulta que en Lautaro fue un pecado horroroso y en los otros equipos está bien. Había jugadores que salieron de equipos grandes y ganaban 100 mil dólares, pero no sé si esos 100 mil dólares estaban en la liquidación de sueldo. Creo que no. Han sido muy duros con Lautaro y con Melipilla”, complementa.

Deportes Melipilla y Huachipato están atentos a la sentencia final de la segunda sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP

Piden plazos para acusar y sancionar

Carlos Encinas apunta a otros elementos del Caso Melipilla: la gravedad de la falta y el plazo para la denuncia, que en esta oportunidad se gestó después de que se cumpliera más de un torneo completo desde la falta en cuestión.

“Tiene que haber un tiempo para acusar y sancionar, no que sea la carta de triunfo para algún equipo, por 500 lucas más o menos.A Melipilla lo están acusando por un tema de 2019 a 2020, que una persona molesta entrega la documentación de manera anónima”, explica.

Finalmente, el entrenador advierte que la legislación debiera considerar una sanción económica y no deportiva para este tipo de casos. “Si un jefe te da un bono por desempeño, y ese bono no está declarado, no quiero decir que esté bien”, advierte.

“Pero la sanción debe ser una multa y se puede denunciar al jefe. En cambio, en el fútbol hay leyes del terror y los dirigentes terminamos siendo diablos, cuando no nos hemos robado nada, no hemos perjudicado a nadie”, completa Encina.