En el imponente estadio Mario Alberto Kempes de la ciudad de Córdoba, Talleres vivía una fiesta típica de Copa Libertadores. Le ganaba con comodidad 2-0 a Palestino, su gente festejaba al ritmo del cuartero local y nada hacía presagiar la reacción del equipo árabe que dirige Ivo Basay.

Y así no más fue. Palestino revirtió el mal comienzo y terminó empatando el partido gracias al esfuerzo de sus once jugadores que corrieron y metieron. Uno que destaca siempre en esa faceta, es el argentino, Agustin Farías. "Fue difícil. Era un partido duro, sobre todo en este estadio, con toda esta gente en contra, así que la verdad, para nosotros es un puntazo", afirmó luego del encuentro.

El motorcito feliz por su actuación, igualmente llamó a la calma. "Es cierto que con el empate pasaríamos, pero no nos podemos confiar. Estamos enfrentando a un gran equipo, seguro llevarán a su gente también. Va a ser un partido difícil y quien haga mejor las cosas se meterá en la fase de grupos", cerró.