El primer tiempo entre Sevilla y RB Salzburgo en el comienzo de la Champions League estuvo cargado de locura absoluta pues en el Sánchez Pizjuán se pitaron cuatro penales. Los visitantes tuvieron tres a su favor, fallando un par, mientras que los locales no perdonaron y aprovecharon su oportunidad.
Según explicó Mister Chip, es primera vez que en un partido de la competición que se señalan tantas penas máximas y también lo es que un cuadro visitante tiene tres lanzamientos desde los 12 pasos. El cuerpo arbitral dirigido por el bielorruso Aleksey Kulbakov fue el protagonista de lo sucedido.
La primera sentencia llegó al minuto 12 con una entrada de Diego Carlos sobre Karim Adeyemi en la línea del área, el cual fue revisado pero posteriormente se convalidó y el propio jugador tomó la pelota pero su zurdazo se fue desviado. Al 20′ fue otra vez Adeyemi quien recibió una carga de Jesús Navas, pidió cobrar pero Luka Sucic no se le permitió y él ejecutó de manera efectiva.
Ya la situación parecía loca y al 35 llegó otra jugada del escurridizo Adeyemi quien fue a buscar una pase largo pero el guardameta Yassine Bounou cortó la jugada con una clara infracción. Sucic, confiado por su primer disparo, pero esta vez su remate con la izquierda dio en el palo.
No todo era en contra de Sevilla, que también tuvo su penal cuando Maximilian Wober contactó en el pie de Youssef En-Nesyri y nuevamente Kulbakov decretó la pena máxima. Sevilla lo hizo efectivo en la fracción 42 por medio de Ivan Rakitic, quien con toda su experiencia no perdonó.