En una situación que fue calificada como “inédita” por la Comisión de Ética, se determinó que el diputado Raúl Alarcón, más conocido como Florcita Motuda, recibirá una doble máxima sanción después de la filtración de fotografías íntimas propiasy las de terceras personas sin consentimiento por medio de su Whatsapp.
La instancia presidida por el parlamentario Bernardo Berger evaluó que por la gravedad de la situación se aplicaron los máximos castigos que establece el reglamento del Congreso.
En primera instancia se establecieron dos censuras para el diputado, esto además dedos multas de 15% de descuento de su dieta parlamentaria.
Berenger indicó que “teniendo todos los antecedentes a la vista, la Comisión de Ética ha resuelto aplicar al diputado Florcita Alarcón Rojas, la medida disciplinaria de censura, y la pena anexa de un 15% de la dieta mensual“.
“En forma concurrente, por la difusión de fotografías íntimas de terceros sin su consentimiento, se aplicará una segunda medida disciplinaria de censura, junto a una segunda pena anexa de un 15% de la dieta mensual“, añadió.
Junto con esto, “se ha estimado que cabe acumular ambas faltas cometidas por el diputado, al tratarse de conductas distintas, claramente diferenciables, que infringen gravemente las obligaciones impuestas a la investidura del cargo”.
Estos castigos“son sin perjuicio de las que pudieran perseguirse en los tribunales de justicia, respecto de las cuales a esta comisión no le corresponde pronunciarse”.
Las medidas adoptadas en contra de Alarcón encuentran su fundamentoen el artículo 346 del Reglamento de la Cámara, el que obliga a los diputados a desempeñar sus cometidos frente al público -en la corporación y fuera de ella- con una conducta acorde a su investidura, y a ser justos y respetuosos en el trato con los ciudadanos.
Es por eso que “difundir fotos desnudo, y así lo estimó la comisión, no fue acorde a la investidura del cargo y dañó gravemente la credibilidad del Congreso Nacional, infringiendo por tanto el deber ético parlamentario que dispone que la actividad de los diputados debe inspirar la confianza de los ciudadanos, con el preciso objeto de fortalecer la credibilidad del Parlamento y del Estado”, explicó Berger.
En tanto que la difusión de fotos íntimas de terceros sin consentimiento, “esto representó una gravísima infracción al deber de ser justo y respetuoso con la ciudadanía, actuar también normado en el Reglamento, y fue una gravísima afectación a la esfera más íntima de una persona”.