El fotógrafo Jordi Castell decidió arremeteruna vez más contra el tenista Marcelo Chino Ríos en el ya clásico feudo que se ha alimentado entre ambos a través de las redes sociales y que ha tenido más de un fuego cruzado de acusaciones cada vezmás subidas de tono.

La ex figura televisiva fue el más reciente invitado del perfil de Instagram“Vamo a Calmarno”, en su programa “Carpool VAC” junto aRosinelliyJaime Proox. Así, en medio de la dinámica del espacio en que se manifiestan con tarjetas de emojis, volvió a apuntar los dardos hacia ex tenista.

Aquí hay que tener la delicadeza de hablar de una persona que no está en sus cabales. Que tiene problemas, siento yo, cognitivos. Vamos a partir de lo más grave y vamos a terminar en lo menos grave”, advirtió Castell.

“Lo más grave, es que cómo habrá sido la seguidilla de cosas que este señor me dijo y me hizo, que me llamó una persona muy cercana a su familia para pedirme perdón por todo lo que su hijo me había hecho. Así de grave. La señora en el WhatsApp diciéndome ‘te pido perdón, mi hijo no está haciendo las cosas correctamente. No hay nadie que se lo diga, yo tampoco me atrevo, lo que él está haciendo ya’… O sea, cuando ves que la persona más cercana en su vida me escribe para pedirme perdón es porque… ¿qué voy a hacer?”, se cuestiona el ex “Primer Plano”.

Aún así alertó que “no quiero darle segundas lecturas a eso. Deduzco, insisto, que allí hay un problema cognitivo, mental, intelectual. De partida tú lo ves escribir y escribe de una forma que… Buena onda, pero yo tengo una sobrina que está en primero básico y escribe mejor”.

Jordi Castell no se guardó nada para arremeter nuevamente contra el Chino Ríos.

Jordi Castell no se guardó nada para arremeter nuevamente contra el Chino Ríos.

Jordi Castell entonces se volcó a examinar cómo se construyó el conflicto con el deportista farandulero, porque “esto se ha armado históricamente, porque a él al parecer le molestan dos hombres juntos. ¿Y si yo te cuento lo que hace en South Beach cada vez que va a visitar a un travesti que es dealer de crystal meth en Washington Avenue? ¿y si les cuento que tengo cómo comprobar eso?”.

“¿Y si les cuento la razón por la que su hija mayor, la que tuvo con Giuliana Sotella, la Constanza, estuvo enojada con él un año y medio porque se metió a su teléfono, por equivocación al teléfono del papá, y encontró cosas que tenían que ver mucho con mujeres que no eran mujeres?”

“Se juntan muchas cosas, donde yo digo ‘este señor, saca de mi grilla de Instagram una foto que estaba con mi marido abrazado en Mancora, de vacaciones, le saca pantallazo, la publica en un post en su Instagram para hacerme pebre porque no soporta que dos hombres se casen, porque ese fue el último gran escándalo que tuvimos’… Ahí yo digo ‘te estay metiendo conmigo, pero te estás metiendo también con mi marido también’… Y mi marido es un ingeniero comercial, que tiene su trabajo, que no tiene por qué estar metido en esto”.

“Ahora, como tú te metes con mi marido, yo me meto con tu mujer: entonces dile a tu mujer, que vaya al Registro Civil y se cambie el apellido que tiene, porque su papá no es el señor de ese apellido”, lanzó desafiante Castell.

Para luego cargar de nuevo: “ysi me vas a amenazar, trata de no amenazarme como a la familia del apellido de tu mujer, porque eso es mucho más grave”.

De acuerdo con Jordi, “un especialista en salud mental es el que mejor puede explicar lo que yo estoy describiendo. Yo aquí me estoy desquitando porque soy un pirigüín muerto de hambre”.

Y continuó:“amí lo que me preocupa es que una persona que haya sido deportista de excelencia ídolo nacional, cómo ir a meterte al live de la Patricia Maldonado y hablar esas cosas de las mujeres abusadas. No puedes jactarte y sentirte con la autoridad de criticar que una mujer abusada se demore en decir algo. Son mujeres que fueron violentadas sexualmente”.

Antes de cerrar, Jordi Castell advirtió que conoce un “gran secreto” de Marcelo Ríos, que “me lo contó el mejor amigo de su hija Constanza” y que aún no ha revelado. Pero por otro lado, lamentó lo que “es más triste: que allí hay como cinco niños, una mujer, gente cercana y nadie ha sido capaz de frenarlo y decirle ‘lindo, vaya al doctor, al psiquiatra un ratito. Hágase cargo’”.