Blanco en Blanco se llama la película que representará a Chile en los próximos Premios Oscar 2022, trabajo audiovisual que cuenta con la dirección de Théo Court y con Alfredo Castro en el rol protagónico.
La Academia de Cine de Chile, con más de 250 miembros de todos los oficios del cine, votó con una tasa récord de participación para definir a la representante.
La entrega sigue la historia de un fotógrafo que, en la previa al siglo XX, llega a Tierra del Fuego, un territorio hostil y violento, para fotografiar el matrimonio de un poderoso latifundista.
La futura esposa, apenas una niña, se convierte en su obsesión. Tratando de capturar su belleza, la fotografía a escondidas y traiciona al poder que domina al territorio.
Blanco en Blanco tuvo su estreno mundial en el prestigioso Festival de Cine de Venecia, dentro del apartado Orizzonti, y tras u exhibición se quedó con el León de Plata a Mejor Director, el premio de la crítica Fipresci, y una mención especial del Human Rights Film Network Awards.
Además, cuenta con una veintena de reconocimientos en el circuito de festival, como por ejemplo en Rotterdam, Minsk, La Habana, Cinélatino de Toulouse, Karlovy Vary, Thessaloniki, Shangai, Goa, Sanfic, FICViña, Lima y Almeria, además de otros.
Blanco en Blanco, la representante chilena al Oscar: ¿Cómo reaccionaron sus responsables?
Theo Court valoró la decisión de Academia, indicando que “esta película ha sido un proceso de muchos años, 10 para ser precisos, desde que apareció la idea original hasta ahora. Luego de tener su estreno mundial en el festival de cine de Venecia y un largo recorrido por festivales donde obtuvo importantes premios, la Academia nos confía un nuevo desafío y nos entrega el empuje para emprender una nueva aventura esta vez hacia Hollywood“.
Mientras que por su lado, Alfredo Castro resaltó que “estoy tremendamente contento. La historia de la película trasciende la anécdota para adentrarse en una profundidad de lo que fue ese territorio, en la devastación, el genocidio del pueblo Selk’nam, una etnia de la cual se perdió todo rastro, toda lectura”.
“Tiene un mecanismo cinematográfico y una estructura muy potentes, acompañada por la fotografía de José Alayón que recrea el panorama devastador y maravilloso del fin de mundo”.
“Nos representa muy bien porque toma temas muy contingentes para nuestro país en este momento en que está toda la problemática con el Wallmapu, con el pueblo mapuche. Me parece que es una película sensible e inteligente como lo es su director”, concluyó.