No es emergencia de preocupación internacional, al menos por el momento. Con fallo dividido, en la reunión del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMDS), se descartó que la viruela del mono constituya, por ahora, una emergencia de salud pública de preocupación internacional. Eso sí, se decidió monitorear de cerca la evolución del brote.

Hasta ahora, la viruela símica se ha detectado en 50 países –incluyendo seis casos en Chile–, con más de 3.000 contagios desde inicios del mes de mayo.

Es precisamente por la velocidad de propagación que el Comité reconoció de forma unánime que el brote constituye una emergencia y que se requiere de una respuesta ‘intensa’ para controlarlo. El grupo de expertos aconsejó que se monitoree de cerca la situación y se revise luego de algunas semanas, una vez que exista más información sobre las incógnitas actuales.

“El Comité de Emergencia compartió su gran preocupación por la escala y la velocidad del brote actual, señaló muchas incógnitas y lagunas en los datos actuales y preparó un informe consensuado que refleja las diferentes opiniones del comité”, señaló Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS.

“Me aconsejaron que en este momento el evento no constituye una emergencia de salud pública de preocupación internacional, que es el nivel más alto de alerta que la OMS puede emitir, pero reconocieron que la convocatoria del propio comité refleja la creciente preocupación por la propagación internacional de la viruela del mono”, puntualizó Tedros.

Los expertos plantearon algunas áreas de incertidumbre sobre las que se requiere más información, para tener una evaluación completa de la situación, tales como los modos de transmisión; el espectro completo de presentación clínica; el periodo infeccioso; las especies reservorio y el potencial de zoonosis inversa; y el acceso a vacunas y antivirales y su eficacia en humanos.

Según la OMS, “el virus de la viruela del mono se transmite con mayor frecuencia a través del contacto directo con la erupción o las llagas de alguien que tiene el virus. También puede propagarse a través del contacto con la ropa, la ropa de cama y otros artículos utilizados por una persona por la enfermedad, o por las gotitas respiratorias que pueden transmitirse a través del contacto prolongado cara a cara. Aún no se conoce del todo el riesgo de transmisión por aerosol”.

En cuanto a los síntomas, estos “suelen comenzar entre siete y 14 días después de la exposición, pero en algunos casos pueden no aparecer hasta los 21 días. El síntoma más común es una erupción o llagas en la piel.  También pueden aparecer síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, ganglios linfáticos inflamados, dolor de cabeza y cansancio. En algunos casos, la viruela del mono puede causar una enfermedad grave”.