Vetar la compra de petróleo a Rusia. Esta es la idea que propuso la Unión Europea en un sexto paquete de medidas contra Moscú, que esta vez afectaría directamente a la compra de crudo, con un veto de seis meses y un embargo a los productos refinados presupuestado para fines de año.
La propuesta fue emanada por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien propuso “una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso” ante el Parlamento Europeo.
“Proponemos una prohibición del petróleo ruso. Será una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso, por mar y por oleoducto, crudo y refinado“, señaló la presidenta de la Comisión.
Excepciones de Hungría y Eslovaquia
En caso que el parlamento Europeo apruebe la medida por la unanimidad de los 27 países adscritos a la UE, se dispondría de un plazo excepcional para que Hungría y Eslovaquia apliquen al 100% la determinación, esto debido a que son territorios completamente dependientes del petróleo ruso y no tienen salida al mar.
La propuesta es que se implante de manera ordenada “para asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales”, aseguró Von der Leyen. Así, en caso de implementarse, el veto al petróleo regirá en seis meses y el embargo a los refinados, a fines del 2022.
“Seamos claros: no será fácil. Pero simplemente tenemos que trabajar en ello. Nos aseguraremos de eliminar el petróleo ruso de manera ordenada. Maximizar la presión sobre Rusia y minimizar el impacto en nuestras economías”, comentó la presidenta de la Comisión Europea.
Von der Leyen agregó que “en el último paquete de sanciones, comenzamos con el carbón. Ahora estamos proponiendo abordar nuestra dependencia del petróleo ruso. Por supuesto, no será fácil. Algunos Estados miembros son fuertemente dependiente del petróleo ruso“, refiriéndose precisamente a Hungría y Eslovaquia.
Duro golpe para Chile
En caso que el parlamento europeo apruebe el paquete de sanciones que incluyen el veto al petróleo y gasolina, repercutiría directamente en el mercado mundial y, por consecuencia, al chileno, que es dependiente de las importaciones del crudo.
Así lo deja ver el CEO de Inversión Fácil, Cristián Lecaros, quien sostuvo en marzo al Diario Concepción, que al ser Chile “un país tremendamente dependiente del petróleo y el gas, se impactan directamente el precio de los combustibles y toda la cadena de alimentos como verduras y todo lo que va asociado al transporte”.