Una bola caliente y densa de hierro sólido situada a más de 5.000 kilómetros de profundidad está dando que hablar entre la comunidad científica estos últimos días. Es el núcleo interno de la Tierra que hizo sonar las alarmas, después de que científicos confirmaron que aparentemente este se detuvo recientemente y ahora aparentemente está invirtiendo su rotación.

¿Qué está pasando con el núcleo de la Tierra?

Por medio del análisis de decenas de terremotos, Xiaodong Song y Yi Yang, de la Universidad de Pekín, notaron pequeños cambios en observaciones geofísicas en la superficie terrestre, como en el campo magnético o el aumento o la disminución de la duración de los días.

Tras quedar “bastante sorprendidos” con sus hallazgos ahora los especialistas se están preocupando de las consecuencias que podría tener este fenómeno. Sobre todo porque aclararía las funciones definitivas del núcleo en cuestiones que afectan a la vida diaria en el planeta.

Según la revista Nature Geoscience, esto podría esclarecer misterios de las profundidades de la Tierra, como el rol que tiene en el mantenimiento del campo magnético del planeta o en la velocidad de rotación y, así mismo, en la duración de los días.

La sismología se ha convertido en un método alternativo para estudiar el centro de la Tierra, debido a las inexpugnables condiciones extremas que presenta el núcleo.

Yang y Song se dispusieron a examinar las ondas sísmicas de terremotos casi idénticos que han atravesado el núcleo interno de la Tierra siguiendo trayectorias similares desde la década de 1960.

Así fue que descubrieron que, a partir de 2009 aproximadamente, las trayectorias que antes mostraban una variación temporal significativa han experimentado pocos cambios, lo que sugiere que la rotación del núcleo interno se detuvo.

Fenómeno que también puede estar ligado a puede estar relacionado con una inversión de la rotación del núcleo interno como parte de una oscilación de siete décadas.

La nueva oscilación en la rotación del núcleo interno demuestra la interacción entre las distintas capas de la Tierra y estos hallazgos podrían ayudar a ahondar en la comprensión de cómo los procesos profundos de la Tierra afectan a su superficie.

¿Cuáles son las consecuencias de la tensión del núcleo?

Por suerte, la detención del núcleo genera consecuencias casi imperceptibles para los habitantes de la superficie, o sea la corteza de la Tierra.

Según explican en National Geographic, “la Tierra tarda 24 horas en girar sobre sí misma, es decir, 1440 minutos, o lo que es lo mismo, 86.400 segundos en dar un giro completo de 360 grados. Y las diferencias detectadas por el estudio son del orden de 0,1 grados por año, es decir, una cantidad muy pequeña teniendo en cuenta que cada año se producen 365 giros de 360 grados“.

Los investigadores chinos apuntaron que el día se podría llegar a alargar o acortar una milésima de segundo respecto a los últimos 50 años.

Además, NatGeo cita a científicos del Instituto de Geociencias, quienes resaltan que “podría existir alguna relación” con la alteración del clima, “pero que el origen de las variaciones multidecadales en el clima aún no se conoce completamente. Además, no parece probable que cambios tan pequeños en la rotación del núcleo puedan tener efectos realmente apreciables”.

En tanto, desde el país asiático sostienen que “los datos sugieren que el núcleo interno podría incluso estar en proceso de volver a la subrotación. Si es así, es probable que algo esté sucediendo con las fuerzas magnéticas y gravitatorias que impulsan la rotación del núcleo interno. Dichos cambios podrían vincular el núcleo interno con fenómenos geofísicos más amplios, como aumentos o disminuciones en la duración de un día en la Tierra”.

“Estas observaciones proporcionan una evidencia de que existen interacciones dinámicas entre las distintas capas de la Tierra, desde el interior más profundo hasta la superficie, posiblemente debido al acoplamiento gravitatorio y al intercambio de momento angular desde el núcleo y el manto hasta la superficie”, concluyeron.