Chile y Bolivia están enfrentados en una nueva polémica relacionada la migración irregular, particularmente con ciudadanos extranjeros que llegan a comuna de Colchane, región de Tarapacá y zona límite entre Chile y Bolivia. Tras declaraciones cruzadas entre el Presidente Gabriel Boric y el vicecanciller boliviano, el mandatario hizo un llamado a buscar soluciones al conflicto migratorio.
En concreto, Boric se comprometió a realizar “esfuerzos de diálogo” con el vecino país, agregando que, con la solicitud de reconducción de ciudadanos extranjeros, “no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones”, precisó.
¿De qué se trata la polémica?
Todo comenzó con la visita del presidente a la comuna fronteriza, en donde anunció que instruyó al ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, para que impulse una agenda diplomática con los territorios vecinos, particularmente con Bolivia, nación a la que luego apuntó por no hacer la reconducción de ciudadanos venezolanos y colombianos que llegan a Chile de manera irregular.
Las declaraciones del mandatario fueron respondidas por el vicecanciller de Bolivia, Freddy Mamani, quien comentó, “respecto a que Bolivia no estaría llevando adelante la reconducción de ciudadanos de otros países, entendiendo esta como una expulsión del territorio chileno, no existe ningún acuerdo, convenio o instrumento bilateral que genere dicha obligación”.
“El procedimiento de reconducción al que se refiere el Presidente Boric es normativa chilena que no genera ningún tipo de obligación internacional“, agregando que “la posición de Bolivia ha sido y es que esos temas deben ser abordados con las autoridades de la nacionalidad de la migración de origen”.
Ante los dichos de la autoridad altiplánica, el mandatario aclaró que la idea no es tensar aún más la relación bilateral suspendida hace 45 años. “No se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones”.
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