En un "estado indefendible e inadecuado", de acuerdo al testimonio de Claudio Borghi, se presentaron a la selección chilena cinco jugadores en noviembre de 2011. Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Carlos Carmona, Gonzalo Jara y Jorge Valdivia fueron expulsados por el DT.

La historia es parte de la mitología de la Generación Dorada de la Roja, y Beausejour aprovechó de aclarar todo lo que pasó en entrevista con LUN, con la madurez de sus 37 años y la tranquilidad del hombre que dio bastante más que eso al Equipo de Todos.

"Yo estuve mal en llegar tomado y cuarenta minutos tarde a la concentración. Pero no estaba borracho. Fue una fiesta con familia. Después se distorsionaron ciertas situaciones, pero en ningún caso quiero justificar el acto de indisciplina que cometí", explicó el bicampeón de América.

Es que ha pasado mucha agua por debajo del puente, incluido una recordada conferencia de prensa en que cuatro de los cinco jugadores castigados dijeron que Borghi había mentido, y un Bose que estaba arrepentido un par de meses después. Ahora lo ratifica.

"Si vuelvo todo atrás, sería mucho más enérgico en asumir la responsabilidad. No hubiese hecho la conferencia de prensa y ya está. Aprendí y saqué experiencia que me servirá cuando me toque estar del otro lado, como técnico", explica el doble mundialista.

Han pasado los años. "Parece que en esa época tomaba vodka", asume el zurdo. Hoy va por otro camino: "Me encanta compartir, parrillar y tomo vino. Ahora estoy tomando tragos más gourmet, como Aperol. Pero trato de evitar el destilado porque los niños se levantan temprano".

La historia de Beausejour y la Roja también tuvo pilares. "Marcelo Salas fue un ídolo con el que alucino hasta el día de hoy. Pero cuando empecé a entender el fútbol, me di cuenta de la trascendencia de Iván Zamorano", reconoce.

Pero clarifica que "no es que lo encontrara bueno antes", si no que "cuando uno está inmerso en esto, te das cuenta del tonelaje, el tamaño de Zamorano y Salas. Nos mostraron el camino de cómo había que competir en el nivel internacional. Los respeto mucho", concluye Bose.